En la puerta del Centro de Información Pública (CIP), un grupo de talleristas culturales liderado por Viviana y Gabriela Baraibar, reclaman por la falta de pago y la renovación de sus contratos.
Viviana y Gabriela Baraibar, expresaron su frustración y preocupación ante la situación que enfrentan desde mayo. «No tenemos contrato, el contrato todavía hasta el día de la fecha no lo hemos firmado. En el caso de que nos llamen para firmarlo, tampoco tenemos plata para poder ir a sellarlo. No tenemos plata para el colectivo, no tenemos plata para movilizarnos», explicó una de ellas.
Desde mayo, los talleristas no han recibido sus pagos, lo que ha generado dificultades económicas para muchos de ellos. «No tenemos plata, estamos desde mayo, hay que pagar monotributo, hay que pagar ingresos brutos, que todo subió, y no hay plata para pagarlo. En junio todavía no tenemos novedades del pago, y bueno, acá estamos, esperando que nos digan algo», agregaron.
Los talleres culturales, según Viviana y Gabriela Baraibar, son fundamentales para la comunidad, brindando un espacio de contención y apoyo. «Los talleres son muy importantes para muchas personas, sobre todo para las personas que van porque es una contención muy grande», destacaron.
Explicaron que el problema radica en la falta de firmas necesarias para procesar los pagos. «Nos han dicho que faltan las firmas. Son 134.000 pesos por mes, por cada mes. Y ahí tenés que descontar ingresos brutos, el monotributo, más los pasajes, que algunas chicas tienen hasta cuatro pasajes por día. Hablé con ellas y me dijeron que está todo, pero faltan seis firmas de los secretarios. Por eso llegamos ahora acá, a ver si por favor nos pueden abonar. Son meses que hemos trabajado, que hemos ido a la sede, cumplido nuestras horas y todo», afirmaron.
El problema de falta de pago no es nuevo. Una de las talleristas recordó que el año pasado tuvieron una situación similar que se prolongó por tres meses. «El año pasado tuvimos, creo que fueron como tres meses, igual, por lo mismo. Hicimos problemas, pero después, de repente, de un día para otro ya estaba todo. Nos llaman a trabajar en marzo para empezar en abril. Pienso que ya tenés que tener cómo pagarle a las talleristas todos esos meses. Nosotros tenemos nuestras familias, nuestras cosas que pagar, nuestras deudas, nuestros impuestos. Dependemos de esos poquitos que nos están pagando, que no nos alcanza para nada, pero bueno, nos conformamos con eso. Pedimos que cumplan, como nosotros les estamos cumpliendo a ellos», concluyó.
Los talleres barriales son esenciales para la comunidad, proporcionando un espacio donde los participantes encuentran contención y apoyo mutuo. «Son talleres barriales, estoy en cuatro uniones vecinales. La gente va porque encuentra contención, se forman grupos donde se ayudan entre ellas. Mis alumnas saben muy bien la situación y me apoyan. Necesitamos que nos paguen para poder seguir trabajando porque nos gusta lo que hacemos, más allá de lo poco que nos pagan», señalaron.
Además de no recibir el pago, los talleristas ya no cuentan con el bono de transporte que antes les proporcionaban. «Antes nos pagaban un bono, los pasajes, todo. Ahora no nos dan los pasajes. No podemos ir porque no tenemos cómo pagar el pasaje de colectivo», manifestó una de ellas.
Finalmente, hicieron un llamado a las autoridades para resolver la situación. «Nosotros estamos a cargo de Cultura, y supuestamente ellos son los que tienen que hablar y resolver esto. Les pedimos que por favor cumplan, ya que nosotras estamos cumpliendo con nuestro trabajo. Necesitamos la plata, todas las chicas necesitan la plata, queremos seguir trabajando. Si no ocurre nada, nos vamos a tener que juntar y venir con las alumnas a ver qué pasó con la plata de los talleristas».