Fue por 5 a 1, con una presentación de Julián Álvarez que quedó a dos tantos de ser el goleador del ciclo de Marcelo Gallardo.
En un reducto complicado y ante un rival intenso y físico, River Plate redobló la agresividad, volviendo a un esquema de dos delanteros que le permitió, en caso de ser necesario, jugar más directo. Es que los dos presionaron en la salida y en varias oportunidades la pelota no fluyó.
En ese contexto, a los 6 minutos, tras una mala salida de Armani, el Tatengue estuvo a punto de marcar vía pelota parada, una vía en la que mostró fortaleza en ofensiva. Pero el Millonario fue encontrando juego en ataque con De la Cruz, el toque de Enzo Fernández, Paradela volcado sobre la izquierda y, sobre todo, Julián Álvarez retrocediendo.
Así, a los 15 minutos, los de Gallardo convirtieron el primer gol del torneo: pivoteó Romero, Álvarez ganó un tiempo con el control para iniciar la contra, hizo la pausa y dejó al ex Defensa cara a cara con el arquero. Y Braian no perdonó: 1-0.
En un ida y vuelta casi permanente, River tuvo el segundo con De la Cruz, que no alcanzó a resolver bien entrando por derecha. Y a los 23 se salvó: Armani tapó ante Machuca y, en el rebote, Peralta Bauer cabeceó al travesaño.
Con Unión empujado por el resultado y el Millonario aprovechando los espacios en las réplicas, el resultado continuó siendo incierto. El local inquietó con el juego aéreo, la visita, cuando se encontraron sus hombres más hábiles: vale como testigo el toqueteo entre De la Cruz y Álvarez que terminó con el tiro rasante del hombre del Manchester City, que tapó Mele.
El segundo tiempo no cambió la tónica ni el ritmo que quitó el aliento. River tuvo su momento de acorralar a su rival y luego sufrió, sobre todo cuando lo atacaron de arriba, con un Armani de grandes reflejos e intervenciones clave, pero con dudas al salir (o no hacerlo).
Hasta que a los 14 minutos del complemento respiró. Julián Álvarez, otra vez en modo enlace, regaló una asistencia deliciosa empalando la pelota para el ingreso de Enzo Fernández, que resolvió con sutileza: 2-0. Hubo algo de suspenso: el VAR revisó primero si el volante estaba habilitado y luego si hubo falta de De la Cruz en la previa. Descartadas las anomalías, el visitante celebró en paz.
Casi una postal del partido: a los 23, tras un centro rasante desde la izquierda, Luna Diale se arrojó para conectar y Armani volvió a salvarlo. E instantes después, tras un balón filtrado y un rebote, Álvarez quedó mano a mano y no tuvo piedad con Mele: 3-0, que no reflejó con precisión el guión del encuentro, más allá de que River fue más punzante que en cotejos anteriores.
Tal vez el descuento de cabeza de Peralta Bauer luego del centro de Cañete a los 33′ representó un acercamiento a lo sucedido sobre el césped.
Pero la incertidumbre duró poco. Cuando el Tate buscaba con voluntad, a los 41′, Barco alargó para Palavecino, quien remató, se vio asistido por un rebote, y rubricó el 4-1. Y a los 48′ llegó el segundo de Álvarez y el quinto de River, gracias al pase-gol de Juanfer Quintero, quien volvió a actuar tras una lesión.