En el marco de la suspensión del tradicional Festival del Damasco en el barrio Laprida, Pablo Sarmiento, tío de Maximiliano Cifuentes, el joven asesinado en ese sector de la ciudad, expresó su postura y la de su familia sobre la decisión tomada por las autoridades municipales y vecinales.
Sarmiento fue contundente al afirmar que la familia no tuvo ninguna influencia en la suspensión del evento. «Yo no tengo el poder, ni siquiera mi hermana, ni el asesinato de una persona tiene el poder para parar un festival. Nosotros queríamos que se hiciera, porque sabemos que hay gente que vive de eso. Trabajan todo el año sus productos para poder venderlos”, señaló.
Además, destacó que su lucha se centra exclusivamente en buscar justicia por Maximiliano, sin afectar a la comunidad ni a las actividades tradicionales del barrio. «No queremos molestar al vecino de Laprida, ni a los de Zona Norte, ni a los de Comodoro. Si el municipio quiere hacer el festival, que lo haga. Nosotros lo vamos a respetar. Al contrario, podríamos hacer una marcha y parar el tránsito, pero no lo hacemos. Solo queremos respeto y que se haga justicia», expresó Sarmiento.
Sobre la reacción de los vecinos, comentó que algunas personas han malinterpretado la situación, creyendo que la familia estuvo detrás de la suspensión. «Nosotros no tenemos nada que ver con esa decisión. Fue algo que tomó el municipio y la vecinal. Nuestra intención es hacer todo pacíficamente y respetar a todos», afirmó.
La familia de Maximiliano continúa su lucha por justicia, intentando no interferir con las actividades que forman parte del tejido cultural y económico de Laprida.