Así lo aseguró Daniel Aramburú, Supervisor de Educación Secundaria. «Hay cerca de 734 lugares y de esa manera las vacantes se cubrirían sin problemas».
El sistema educativo secundario de la región enfrenta actualmente la espera de alrededor de 400 estudiantes que necesitan una vacante para el ciclo lectivo. Daniel Aramburú, Supervisor de Educación Secundaria, confirmó que se están implementando medidas para asignar espacios a todos los jóvenes que buscan ingresar a escuelas secundarias, a través de una reubicación organizada.
«Tenemos 734 vacantes disponibles en distintas instituciones de la región, lo que nos permite cubrir la demanda de estos estudiantes», afirmó Aramburú. Tras un sorteo realizado el 6 de noviembre, que distribuyó las vacantes en las escuelas más solicitadas, la supervisión se prepara para completar el proceso de reubicación. Esta etapa se llevará a cabo los días 12 y 13 de noviembre en el edificio de la Escuela N.º 743, donde se definirán los lugares para alumnos de las escuelas N.º 704, 743, 749, 7715 y otras instituciones con alta demanda.
Aramburú detalló que el procedimiento está diseñado para ser lo más transparente posible, garantizando que cada familia pueda elegir en función de la proximidad a su hogar o lugar de trabajo. «Nos aseguramos de que los padres puedan optar entre escuelas en las zonas norte, centro y sur, evitando reubicaciones que resulten incómodas», explicó.
Las escuelas técnicas, como las N.º 760, 742, 704 y 770, son tradicionalmente las más demandadas por los estudiantes y sus familias. Sin embargo, según Aramburú, hay un movimiento de preferencias en cuanto a las instituciones, y mientras algunas continúan con alta demanda, otras escuelas han cambiado su nivel de popularidad.
Luego de concluir las reubicaciones, se abrirá una segunda instancia de inscripción entre el 25 y el 29 de noviembre en el gimnasio de la Escuela N.º 514, donde los padres podrán inscribir a sus hijos en las vacantes que aún queden disponibles. «Todo el ingreso a primer año se maneja a través de la supervisión para asegurar que la gestión de vacantes sea justa y organizada», puntualizó el supervisor.
Este esfuerzo busca garantizar que cada estudiante de primer año tenga un espacio asignado en una escuela que responda a sus necesidades y a las de su familia, poniendo fin a la incertidumbre de cientos de jóvenes que están a la espera de un banco para el inicio de su etapa secundaria.