Desde el organismo comunicaron que se están efectuando mediciones de forma permanente junto con el Municipio en el sector afectado y aseguraron que el incidente “fue ocasionado por la erosión marina, no tiene relación con el evento de 1995 ni con las micro detonaciones que se realizaron meses atrás en el cerro Chenque”. Asimismo, se confirmó la continuidad de las medidas tomadas respecto a la circulación por los caminos alternativos.
Estos anuncios se efectuaron este jueves, en una conferencia de prensa que estuvo encabezada por el titular de la Delegación Chubut de Vialidad Nacional, Julio Otero; el secretario de Control Urbano y Operativo de la Municipalidad, Ricardo Gaitán; y el subsecretario de Protección Civil y Prevención del Riesgo de la provincia, José Mazzei.
En ese marco, Otero afirmó que “si bien ayer miércoles colapsó el macizo, pero el proceso continúa. Este jueves por la mañana, nuestra geóloga Paula Aceituno estuvo en el lugar haciendo las primeras vistas junto con gente del Municipio. Estas miradas técnicas son necesarias para avanzar con el paso siguiente, que es la reparación y la rehabilitación de forma inmediata del tramo afectado”.
Respecto a la recuperación de la transitabilidad en la Ruta 3, indicó que “las pautas están muy definidas, ya que desde lo operativo se están trasladando equipos a la zona para empezar a hacer los trabajos en el momento que podamos ingresar y comenzar desde el pie del talud hacia la ruta y reconstruir los aproximadamente 200 metros de pavimento afectados”.
“Para acceder y realizar estas tareas, debemos tener la certeza que el proceso de deslizamiento haya concluido. Se reconstruirá la ruta en las condiciones que tenía originalmente, con todo el paquete estructural, pero es fundamental fijar los plazos a partir del momento en que podamos ingresar”, aclaró.
Continuando en ese tenor, el responsable de Vialidad Nacional en la provincia remarcó que “recuperar la transitabilidad significa hacerlo al 100%, sin restricciones al transporte de carga ni que se haga con cierto tipo de tránsito diferencial”.
Asimismo, sostuvo que “este deslizamiento es producto de la erosión costera y, a la vez, de cuando se realizaron las obras del acceso norte, cuando, debido a la forma de trabajo habitual en la década de 1980, cortamos los taludes, nos metimos contra el cerro y generamos mucha inestabilidad; hicimos lo que no teníamos que haber hecho. No está relacionado con las micro explosiones que debimos efectuar meses atrás, que generaron ondas expansivas mínimas”.
«Coincidimos con el intendente en que el viaducto es la mejor opción»
En referencia a posibles soluciones definitivas, señaló que “el intendente Juan Pablo Luque estuvo en Buenos Aires presentando e impulsando alternativas. Recordemos que después del colapso del 95, Vialidad Nacional llevó adelante el proyecto del viaducto junto con la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que lamentablemente no se pudo concretar porque no se obtuvo lo que hoy llamaríamos licencia social”, advirtió en referencia a los reparos que presentó un sector de la comunidad que en aquel momento se opuso a la obra.
“La comunidad de Comodoro tiene que analizar cómo se soluciona esto, porque para nosotros es muy simple la solución: concretamos una variante de la Ruta 3, y sacamos los 1500 camiones que circulan por la ciudad, pero el conflicto de tránsito no es la ruta. Quitar los camiones es importante, pero los más 54 mil vehículos que transitan a diario el lugar, con picos de 71 mil, no se soluciona ni aun restituyendo la transitabilidad de la Ruta 3”, aseveró.
Para cerrar, Otero recalcó que “debido a la forma en la que se ha desarrollado la ciudad, la única alternativa para lograr un tránsito seguro, permanente y que cuente con la posibilidad de ampliar la calzada y la capacidad de transporte propia, es un viaducto. Con esto, el trazado actual contra el cerro Chenque quedaría como una avenida más de acceso al casco céntrico”.
Pasos a seguir
Por su parte, Paula Aceituno, geóloga de Vialidad Nacional, explicó que “lo que está sucediendo es un proceso de erosión costera, en el que las olas golpean materiales erosionables, que son fácilmente afectados por el agua. Eso ha generado una inestabilidad en el pie, donde ese material se va perdiendo, socava la base y por lo tanto se produce un deslizamiento”.
“Este deslizamiento todavía no ha terminado y necesitamos esperar a que el movimiento finalice, se asiente y, después de que eso suceda, vamos a analizar el sector y revisar si se eliminó todo el material inestable de forma natural o si debe retirarse. Cuando este proceso termine, debemos proteger el sector colocando rocas o material que no sea afectado por el agua”, detalló.
En esa línea, aclaró que “todavía no podemos efectuar estudios profundos porque el movimiento continúa y no es prudente hacerlo hasta que termine el deslizamiento completo. Realizamos análisis visuales y el geólogo del Municipio, Daniel González, mide a diario el desplazamiento de todas las grietas, que están todas relevadas”.
“Una vez que se estabilice el movimiento de las grietas, vamos a ingresar nuevamente para ver qué zonas debemos retirar, qué estudios debemos efectuar y delinear los pasos a seguir. Cuando se encuentre todo estable, nuestra tarea será reconstituir la base con materiales no erosionables para recomponer el terraplén y habilitar la ruta nuevamente, pero No podemos dar tiempos ya que no sabemos aun cuando va a detenerse el movimiento”.
Del mismo modo, la especialista expresó que “es muy temprano para decir qué va a suceder con la geología del sector, ya que, para tener una solución completa, se debe efectuar un estudio global, que es lo que venimos haciendo a través de los años”.
En ese sentido, remarcó que, en este caso, “este incidente no tiene nada que ver con las vibraciones debido al paso de vehículos; tampoco tiene relación con las detonaciones que hicimos en su momento en el Chenque. Este deslizamiento no se relaciona con el cerro, no se afectan uno con el otro”.
“Lo sucedido en el año 1995 fue un deslizamiento del Chenque, ahora fue un proceso provocado por el agua, casualmente en este mismo sector, donde el cerro está más cerca de la costa, pero son procesos distintos”, argumentó.
Finalmente, Aceituno sostuvo que “si bien el sector cuenta con protección costera, está preparada para donde se afecta habitualmente. Esta vez, las condiciones climáticas fueron distintas, el viento tomó una dirección diferente y la marejada atacó por fuera del enrocado; y eso fue lo que generó la erosión”.
Se mantienen las medidas para circular por los caminos alternativos
En tanto, el secretario Control Urbano y Operativo del Municipio, Ricardo Gaitán, manifestó que “entendemos el enojo de la gente, pero se trata de un evento de la naturaleza y, lamentablemente, esta problemática va a persistir durante todo el proceso de reparación de la ruta”.
“Los caminos alternativos están funcionando, incluso el miércoles hubo una merma en el Roque González que permitió acelerar un poco los tiempos. Si bien este jueves por la mañana tuvimos inconvenientes en el Camino del Centenario, esto se debe a que toda la gente se volcó a esa arteria, cuando se puede transitar sin ningún tipo de problemas por el Roque González” enfatizó.
En ese sentido, resaltó que “por el momento, se mantendrán las medidas que comenzamos a aplicar este miércoles, aunque puede realizarse algún cambio en calles internas, dado que hay automovilistas que toman atajos y generan embudos en las entradas de los caminos. Es importante que se acaten las disposiciones del personal de tránsito que está colocado en puntos estratégicos y a veces deben cortar para derivar hacia otros caminos que no están colapsados”.
Evitar riesgos innecesarios
Respecto a la presencia de peatones en el sector afectado, Gaitán expresó que “se ha vallado el lugar y, aun así, hay gente inconsciente que intenta acercarse. Es una zona de mucho riesgo, por lo que debemos ser responsables y respetar a las autoridades que están apostadas en el sitio”.
En concordancia, el subsecretario de Protección Civil y Prevención del Riesgo, José Mazzei, solicitó a la población “tomar consciencia de que se deben respetar las indicaciones de todo el personal que está trabajando en terreno. Se está efectuando una importante labor conjunta para que los ciudadanos puedan transitar estos días de la mejor manera posible”.
“Las condiciones hidrometeorológicas no están ayudando, es un año muy adverso en ese sentido. Lamentablemente, nos toca afrontar lo que queda del fenómeno del Niño, cuyo impacto más grande en nuestra región lo vamos a sufrir a partir de fines de septiembre”, concluyó.