El chico asistió a la escuela con una pistola calibre 22 y siete balas en el cargador. Un compañero se la sacó de la mochila y se la entregó al profesor de turno para evitar una tragedia.
La directora del colegio, Marisa Díaz, llamó al 911 y rápidamente llegaron al lugar efectivos de la Policía de la Ciudad quienes, siguiendo el protocolo de seguridad, pusieron a resguardo a todos los alumnos y tomaron posesión del arma.
“El arma se hallaba sin cartucho en recámara y con las siete municiones en el cargador, que se encontraba colocado en la pistola calibre 22. En ningún momento el niño que la llevó manipuló el arma” contra sus compañeros, afirmó una calificada fuente policial a La Nación.
En este sentido, fuentes judiciales explicaron al mencionado medio que “se dejó constancia de que los padres del alumno que llevó el arma a la escuela no pertenecen a ninguna fuerza de seguridad”.
En el caso intervino la Unidad Fiscal de Flagancia Oeste porteña, así como también se solicitó la presencia de personal del Ministerio Público Tutelar al haber un menor involucrado. El expediente quedó a cargo de la jueza en lo Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas Laura De Marinis.