La medida incluye los cassinos de oficiales o suboficiales y los quinchos de cantina. La medida se da luego de la muerte de un subteniente en un rito de «bienvenida» en Paso de los Libres.
El Ejército argentino prohibió este miércoles el consumo de alcohol dentro de los cuarteles de la fuerza, incluidos los casinos de oficiales o suboficiales y los quinchos o cantinas, una decisión anunciada después de la muerte del subteniente Matías Chirino durante un rito de «bienvenida» en Paso de Los Libres, el 19 de junio pasado.
El jefe de Estado Mayor del Ejército, general de División Guillermo Pereda, ordenó «la prohibición de ingesta de bebidas alcohólicas por parte de los integrantes de la fuerza en actividades del servicio o fuera del servicio, en el ámbito de las jurisdicciones militares (incluye casinos, clubes, quinchos, etcétera)», según informó un comunicado oficial. También dispuso la «elaboración de una norma particular que regule la organización y desarrollo de actividades sociales en el ámbito de la fuerza».
Esta norma, prosigue el comunicado, deberá incluir expresamente «las instrucciones en relación con bienvenidas o despedidas de socios, como así también la finalización de cursos, las cuales deberán contar con la expresa autorización del titular del organismo que se trate y, además, ser presididas por el titular del mismo».
El texto de la fuerza enumera además un «mensaje con una exhortación, reflexiones y órdenes particulares del jefe del Ejército para ser leído por el titular de cada organismo a los oficiales y suboficiales».
La muerte del subteniente Chirino, de 22 años, se produjo en la madrugada del 19 de junio, luego de haber participado de un rito de «bienvenida» en el que al parecer fue forzado o instigado a beber alcohol en la guarnición militar de la localidad fronteriza de Paso de los Libres, a 370 kilómetros de la Capital provincial.
La autopsia realizada al cuerpo del joven de 22 años determinó que el deceso se produjo por broncoaspiración, informó oportunamente la Fiscalía.
Representantes de la querella en la causa que investiga la muerte de Chirino requirieron una segunda autopsia y que los oficiales participantes del denominado «ritual de iniciación» sean imputados por homicidio, según uno de los abogados de la familia de la víctima.
En tanto, el cabo Michel Natanael Verón, de 26 años, sufrió el desplazamiento de dos vértebras tras participar de un almuerzo en el Club de Suboficiales del Ejército, en Apóstoles, donde, según lo denunciado por su madre, se realizó un bautismo a los cinco egresados que se iban a incorporar al Regimiento de Monte 30.
Tras el hecho, el Ejército radicó una denuncia en la justicia por «abuso de autoridad» y suspendió en sus funciones a dos oficiales y 13 suboficiales. En ese contexto, el Ejército anunció que inició un proceso «de revisión de medidas y regulaciones» entre las cuales se encuentra la prohibición de ingesta de bebidas alcohólicas en los cuarteles, «con el objetivo de desterrar prácticas» como las que causaron la muerte de Chirino, quiien al parecer fue forzado a beber alcohol en el rito de «bienvenida».
«Ante los repudiables hechos ocurridos en las Guarniciones Ejército Paso de los Libres y Apóstoles, donde perdió la vida el Subteniente Chirino y fue gravemente lesionado el Cabo Verón, la Institución siente el ineludible deber de expresar su posición ante lo sociedad e informar las acciones que se han tomado para erradicar estas prácticas», señaló el Ejército Argentino en un comunicado.
«A partir de lo ocurrido, El Ejército ha iniciado un proceso de revisión de medidas y regulaciones con el objetivo de desterrar prácticas que se aparten de lo establecido en el Código de Disciplina de las Fuerzas Armadas y de los valores que fundaron y buscan sostener a esta Institución bicentenaria», agregó. Añade que «los comportamientos manifestados por el personal estuvieron, de forma inequívoca, reñidos con la ética militar», precisa la nota.
«El uso del poder que realiza un superior, investido de la autoridad legal que le otorgan las leyes y reglamentos militares, no puede afectar, en ningún caso, la dignidad del subalterno, ni producirle algún tipo de daño o menoscabo material o moral», puntualiza. Aclara que «no se ajusta a la normativa legal quien, prevalecido de su autoridad, la emplea en forma excesiva y arbitraria más allá de aquella que corresponde a los fines del cumplimiento eficiente de las funciones y tareas militares».
«La extralimitación de dicha autoridad carece de legalidad, convirtiéndola en una decisión personal de quien la imparte y que se manifiesta por la arbitrariedad», abunda.