«Por primera vez se hará Justicia y mi mamá podrá descansar en paz»

Fueron las palabras de Sabrina González, víctima del femicida encontrado bajo otra identidad hace algunas semanas en Comodoro Rivadavia cuando intentó sumarse a un equipo de fútbol de Km 14. El sujeto era buscado hace 10 años y al momento de la detención faltaban seis meses para que la causa se cerrara.

Daira Sayavedra es una de los tres hermanos que eran menores al momento del fallecimiento de su madre. “Ninguno somos hijos de él. Hoy ya somos adultos y nos paramos en otro lugar. Queremos terminar esto de una vez para poder empezar el verdadero duelo porque por primera vez, se hará Justicia y mi mamá podrá descansar en paz”.

Recordó que su madre y el femicida se conocieron en Virrey del Pino, partido de La Matanza, a través de un amigo en común e indicó que la relación duró ocho meses. “El comenzó a manifestar su violencia, a seguirla y a no dejarla ver a su familia. Cuando ella tomó la decisión de dejarlo, es cuando esto se incrementó. Empezó a mandarle mensajes amenazantes que ensuciaban a mi mamá desde otros teléfonos según se comprobó después que ocurriera el hecho. Le decía que iba a matarla a ella y a sus hijos”, indicó Daira en diálogo exclusivo con Antes Que Sea Tarde que se emite por Cadena Tiempo.

“Mi mamá se asustó, nos resguardó en la casa de mis abuelos y ahí, él aprovechó la situación. La citó en la casa de su padre y ahí es donde finalmente la mata y escapa. Nunca estuvo detenido, estuvo prófugo nueve años y este año se iban a cumplir diez por lo que la causa podía haber prescripto”.

“Para nosotros –dijo Daira- fue un shock. La última información que teníamos era que estaba en el norte, en Jujuy. A raíz de esto, cuando se quiso asociar se lo pudo identificar. La familia siempre lo encubrió y entendemos que la familia no está obligada a declarar en su contra, pero siempre estuvieron los indicios de que ellos sabían dónde estaba. No dudo que haya tenido contacto con ellos porque apenas lo trajeron a Buenos Aires, lo primero que pidió fue hablar con la familia”.

La hija de la víctima indicó que aún no hay una fecha cierta para la realización del juicio contra Antonio José Castellanos, quien residía en el barrio Centenario y fue identificado por la Policía, al intentar ficharse para jugar al fútbol en el club Favaloro. “Recién a los siete años del hecho recién salió el pedido de recompensa y no lo buscaba nadie. Hubo una despreocupación muy grande de parte de las autoridades que tenían que haberse ocupado de buscarlo”.

“Estimamos que será un proceso rápido por todos los años que estuvo prófugo. Tiene que cumplir porque no hay dudas de su participación en el hecho. No queda nada para investigar. Sabemos que es él”. Y agradeció la gestión de Marisa Mellao, la presidenta del club quien expuso ante la Policía la situación que derivó finalmente en la detención de Castellanos, quien jugaba el fútbol, vivía en una casa usurpaba y retiraba leña de la Asociación Vecinal sin presentar la documentación que se le requería. Inclusive, su hija menor, llevaba el apellido de su madre. “Así como yo siendo víctima colateral tuve que buscar y moverme, ella lo pasó y lo padeció porque éste asesino llegó a amenazarla en algún momento. Fue importante tomar contacto con ella para que me cuente y agradecerle porque sin gente comprometida en estas cosas, podría haber quedado completamente libre en el marco jurídico”.

Sayavedra pidió que las personas se involucren y denuncien casos, comportamientos y dudas sobre la identidad de las personas. “Cualquier situación que parezca rara o personas extrañas debe ser notificadas ante las autoridades. Así como pasó ahora, la gente lo tenía por otro nombre y vivía con total tranquilidad. Me imagino la conmoción que se generó cuando se enteraron quien era. Gracias a los que se involucraron y no tuvieron miedo”.