Asi lo señaló la mujer que fue víctima de un asalto en una garita de colectivos de barrio San Martín por parte de tres sujetos a punta de cuchillo
Mercedes es una vecina que el día sábado 24 de mayo sobre las 7.20 horas se encontraba esperando el colectivo en la garita de la intersección de Huergo y Las Violetas del barrio San Martín, cuando fue abordada por tres delincuentes.
Lo que parecía una jornada más rumbo a su trabajo se volvió en una pesadilla.
«Yo me dirigía a trabajar y estaba esperando el colectivo en la garita de la calle Huergo y Las Violetas cuando llegaron tres sujetos y a punto de cuchillo me robaron mis pertenencias».

«Uno de ellos me arrastró porque no me podía sacar la mochila, me arrastró para atrás de la garita y ahí como que cortó la mochila y se fueron corriendo», expresó Mercedes a EL CRONISTA CR.
«Uno me apuntó con el cuchillo mientras que otro me arrastró hacia atras de la garita, porque no me podía sacar mis cosas y ahí fue cuando yo sentí como que cortaron la mochila y salieron corriendo».
Además del miedo, la mujer también sufrió dolencias producto de golpes sufridos tras ser arrastrada por la vereda.
«Estoy golpeada, tengo todas las rodillas como peladas, tengo moretones en el cuerpo y ahora me tengo que hacer una tomografía porque tengo mucho dolor en la espalda», señaló .
«Me llevaron la cartera completa con mi llave todo en mi casa pero bueno justo llegó la policía y ellos me trasladaron a la seccional séptima hice la denuncia y después me trasladaron a la casa de mis hijos».
Mercedes ahora aguarda por el avance de la justicia y la recolección de cámaras de seguridad para lograr identificar a los tres delincuentes.

«Hay comercios con cámaras que no tienen problemas en entregar para que trabaje la policía».
Entre los elementos sustraídos a la mujer están la mochila color negro, una billetera color negra, dinero y documentación, pero también algo esencial para la salud como es el kit de chequeo para la diabetes
«Yo soy diabética me sacaron el aparato para medirme la glucosa, las pastillas, todo», manifestó angustiada la mujer.
«No salgo de mi casa, mis hijas vienen, están conmigo van me compran las cosas y yo estoy encerrada. No tengo ganas de salir a la calle porque no tengo seguridad», concluyó.