Desde la Cámara de Comercio, Industria y Producción, su presidente Sebastián Aguirre realizó una evaluación del nivel de ventas alcanzado durante la celebración del Día de la Madre.
Si bien reconoció que se aguardaba la fecha con una expectativa moderada, el resultado no ha sido malo y en proporción, se vendió la misma cantidad de regalos y obsequios que el año pasado. “Ha bajado sensiblemente el valor del ticket promedio, lo cual es un indicativo del bajo poder adquisitivo que está teniendo la gente. El resultado entonces fue moderadamente bueno”.
Reconoció que se llegaba de dos caídas interanuales muy pronunciadas, en el orden del 4 y 5 por ciento y éste año, a pesar de una caída la cifra alcanzó menos del 1 por ciento en promedio debido a que no todos los rubros respondieron de la misma manera.
“El ticket promedio fue entre 40 y 50 mil pesos; el año pasado fue del 25 por ciento aplicando la inflación. De acuerdo a eso, los tickets debieron rondar los 80 mil pesos teniendo en cuenta el valor del 2023. Se vendió más o menos la misma cantidad a un valor menor, por debajo del año pasado”, dijo Aguirre en diálogo con CADENA TIEMPO.
“La gente empujada por la necesidad ha empezado a descartar aquellas compras que son impulsivas y ha seleccionado concienzudamente, el artículo a comprar y la forma de poder comprarlo, ya sea con financiación; promociones especiales, líneas de descuento; devolución del IVA y demás. De aquí en adelante, aún si la cosa mejora, es una costumbre que debería ser “sana” para que los consumidores tengamos”. Y agregó que los clientes “pierden” demasiado tiempo en ésta búsqueda pero la respaldó en función de una competencia.
“El poder adquisitivo está menguado, es menor a años anteriores y ha ido bajando en un proceso que lleva casi una década con el resultado que tenemos ahora. Hay ciertas cosas que nos vemos forzados a cambiar ante el aumento de artículos y servicios de los que no podemos prescindir”, explicó Aguirre.
En cuanto al comportamiento de los clientes indicó que ante fechas específicas se trata de regalar, mercadería de valor y sin “achicarse” en términos de calidad. “Hay un poco de cada cosa. La vestimenta de una familia es muy importante pero a veces no se puede comprar zapatillas de primera marca a todos los hijos. Se observa que en fechas puntuales, se prioriza cierto tipo de regalo que no resignan calidad”.
“En cuanto –dijo Aguirre- aumente el poder adquisitivo éste es un hábito que volverá a cambiar, tal vez no analizando la compra”. Y en cuanto a la modalidad de compras on line observó que éste sistema no garantiza mejores precios. “Todavía el comercio electrónico sigue siendo una cuestión de “nicho” que va creciendo y se ha convertido en una nueva forma de comercialización que es parte de un nuevo ecosistema que llegó para quedarse.
La venta presencial no dejará de funcionar porque se ve que muchos “miran” el producto para comprarlo virtualmente inclusive consiguiendo mejores precios. Después con el gasto de transporte y flete comprueban que es mejor comprarlo de manera local. Todo es una combinación, la porción de torta es la que se achicó y la demanda es más exigua, hay más jugadores y a la vez, más ofertas. Se compra menos porque se dispone de menos”.
Sebastián Aguirre planteó la necesidad de mejorar la forma de llegar al consumidor final e indicó que en el Día de la Madre, se ha observado una fuerte caída en el rubro perfumería y repuntaron los electrodomésticos como los insumos eléctricos para el hogar y la venta de libros.
“Cayó mucho la telefonía y la compra de celulares. La Marroquinería se mantuvo relativamente estable. Los productos que se han vendido son de menor valor. Quien el año pasado regaló un saco, éste año obsequió una remera. Ya no importa tanto el regalo sino agasajar en general hasta donde el bolsillo lo permita”, finalizó.