Así lo manifestó la presidenta del barrio Roca, Celeste Gallardo, ante la falta de respuestas para tener una sede propia y obras importantes. «No tenemos sede propia, yo recibo a los vecinos en el garage de mi casa y por eso nos quedamos afuera de talleres municipales y poder acercar otro tipo de beneficios al vecino»
Pasan los años, las gestiones y promesas pero en el barrio Roca todo sigue igual, siguen esperando la sede vecinal.
Muchas fueron las promesas pero ninguna fue la respuesta,a pesar de que en algún momento se había hablado de un lugar para que los vecinos se reúnan y tengan su espacio todo quedó en la nada.
En ese sentido EL CRONISTA CR dialogó con Celeste Gallardo, presidenta del barrio Roca que contó su preocupación por la falta de respuestas en todo aspecto y el desgaste que provoca la actualidad vecinal.

«La verdad que venimos ya hace varios años esperando que se nos dé esta posibilidad, pero bueno, hasta el día de hoy lamentablemente no ocurrió».
«Por la vecinal no hemos tenido reuniones actualmente pero siempre nosotros hemos hecho varios pedidos con distintas autoridades y demás. Hubo en algún momento una promesa del intendente, pero no se cumplió, no hemos tenido reuniones. Todo quedó en esa promesa que nos ilusionó un montón, que creo que la posibilidad está por la información que nosotros tenemos, pero bueno, no hay una decisión en concreto para llevar adelante y la verdad que es bastante frustrante, somos de los pocos barrios que no tienen un lugar donde funcionar y que sentimos realmente que eso produce desinterés a nivel municipal. Uno se siente que no somos considerados, así que la verdad que parece una pavada, pero no se siente bien trabajando de esta manera», manifestó Gallardo.

«El municipio tiene departamentos emplazados dentro del barrio, supimos lo de esta ONG (Una Sonrisa en Tu Cabeza) que la verdad que hacen una labor súper importante y muy loable, y bueno, un poco nos sorprendió que haya una pronta resolución para ese caso en particular, no es que no se lo merezca, pero nosotros ni siquiera tuvimos la posibilidad, la reunión o algo firme o concreto y puntualmente en este caso hubo una decisión de hacerlo y tuvieron su lugar y nosotros seguimos en lista de espera».
La referente vecinal también habló de obras que faltan en el barrio a pesar de ser un histórico sector de la ciudad y en un lugar privilegiado, hay cosas que se deben realizar y que siguen en lista de espera
«Nosotros contamos con ventajas y desventajas , como por ejemplo de tener nuestras necesidades básicas cubiertas, entonces eso nos convierte, o mejor dicho, nos saca de la lista de prioridades para ejecutar un montón de cuestiones. De hecho nos lo dijeron desde el municipio de esa manera, por eso cuando nosotros solicitamos algo siempre hay que esperar, o nunca existe, no estamos en planificaciones de nada, y la verdad que las obras o las cuestiones que nosotros pedimos para nuestro sector tampoco son demasiado macro, como para que en todo este tiempo, en todos estos años, no se nos dé la posibilidad de tener algo».

«Obras como la finalización del embellecimiento de los boulevares de Avenida Portugal, que ahí se tiene que terminar con las luminarias, veredas, rampas de accesibilidad y demás, después también pedimos que se acondicione todo lo que es el paseo del Liceo, el paseo aeróbico, porque está en muy malas condiciones, y bueno, eso tampoco lo hemos logrado».

Par agregar materia de infraestructura hay sectores complicados como «en la calle Sargento Ramírez necesitamos que se haga bien un estudio de cómo se puede hacer para que esa parte drene más rápido porque cada vez que llueve se inunda, hay algunas cosas así que requieren de tiempo e inversión claramente, pero bueno, nunca somos prioridad y siempre lidiamos con eso».
Para finalizar, Celeste Gallardo mostró su preocupación y frustración por no poder avanzar con las obras que el histórico barrio Roca anhela.
«La verdad que es complicado porque es como remar el dulce de leche, las obras no llegan, las promesas que están y no están. La verdad, es que la palabra es un poco de frustración, nosotros siempre estábamos orgullosas de haber llegado lo que se ha conseguido, de poder despegarnos un poco de otros barrios y que realmente tengamos nombre, peso propio a la hora de reclamar o de obtener algún tipo de beneficio, es desgastante».
«Yo tengo que recibir a la gente en el garage de mi casa, entonces me parece que no es la forma de trabajar ni para nosotros, ni para el vecino que no tenga un lugar a donde acercarse».
«Nos quedamos afuera de talleres municipales, de campañas, de poder acercar otro tipo de posibilidades para el vecino y siempre quedamos afuera. Entonces, la verdad que es frustrante y estamos analizando el tema de dar un paso al costado por todas estas trabas que vamos teniendo. Estamos ahí empantanados, como sin proyección, entonces eso te desanima bastante», concluyó.