Los hechos se dieron en el marco del festejo por la victoria de Argentina en semifinales del Mundial. Los jóvenes sufrieron un feroz ataque sobre las calles Rivadavia y Chacabuco.
Paola Velázquez, madre de Enzo y Luciano quienes fueron brutalmente golpeados por personal del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada (GRIM), realizó la denuncia formal en la Fiscalía y manifestó: «Nosotros nunca imaginamos pasar por esta situación de estar en un lugar denunciando a la Policía cuando ellos son quienes tiene que cuidar a la gente. Cuando vi el video yo me quería morir, porque decía ¿Cómo puede ser que un policía no tenga corazón y golpee a un pibe que viene festejando? No estaban haciendo desastres».
«Venimos de una familia trabajadora y nosotros siempre le enseñamos a respetar a la Policía y a la gente. No lo mataron de milagro pero podrían haberlo hecho con la piña que le dieron. Mi otro hijo recibió una bala de goma casi en el ojo, pudo haberlo perdido. Le robaron los lentes, les pegaron latigazos. Tenían un ensañamiento con ellos«.
Indignada por los sucesos, Paola continuó: «Queremos pedirle al jefe de la Policía, a quien este escuchando y sea cabeza de estos policías, pedirles que sean destituidos, no cambiados de lugar. Que les hagan el test de droga porque no sabemos si estaba drogados. Esperemos que hagan algo, ya destituyeron al Jefe pero nosotros queremos que den la cara los que golpearon a mis hijos».
«Hubo un abuso de autoridad. Los chicos estaba haciendo desmadres no le hicieron nada, fueron directamente a ms hijos que venían saltando. Como toda persona normal, venían cantando festejando. La Policía los paró y ni siquiera les pidieron el DNI, no les hicieron preguntas, se bajaron de la moto a pegarles. A mi hijo mayor le tiraron dos motos encima, y quedó todo golpeado».
Se le consultó sobre las respuestas de Fiscalía. «Ahí nos tomaron las denuncias y que sigamos los pasos. A los chicos les tomaron los datos y se presentaron los certificados médicos, donde cuenta que uno tiene fractura de tabique y esguince de tobillo. El otro tiene en el pómulo una bala de goma, la cabeza llena de hematomas y chichones, en el cuerpo golpes. Mi otro hijo tiene la mano derecha fracturada, más los latigazos y las motos que se le tiraron».
«En la Fiscalía habían muchas mamás con chicos de entre 10 y 12 años, que habían sido maltratadas. Había una joven embarazada, que fue golpeada en la calle Alsina y llegó al hospital con muchos dolores».
Enzo, de 21 años, fue uno de los jóvenes que fue atacado brutalmente por la policía motorizada, contó cómo fueron los hechos a EL CRONISTA CR: «Fue uno de los peores momentos de mi vida, jamás pensé que podía pasarme esto. No estaba haciendo nada, solo festejando el triunfo de Argentina. Hubo un gran abuso de autoridad, nunca les amenacé, fui con las manos arriba pidiendo que se calmen».
«Me tiraron la moto 2 veces, a la tercera yo reaccione y aventé una piña. En eso me tiraron al piso y entre 4 policías me patearon la cabeza, me pegaron piñas, uno de ellos me asfixió. Una señora me ayudó y aún así me seguían insultando, que me iban a pegar un corchazo. Ahí fue cuando me tiraron la bala de goma a la cara, uno en el ojo y otro en el hombro, así que ahí nos fuimos con mis hermanos».
Enzo explicó que fueron a realizar la denuncia a la Comisaria Segunda y que les dijeron que «no era jurisdicción de ellos», pero fueron muy amables, nos dijeron que teníamos que hacer y fuimos al Hospital.
«Estoy agradecido con la gente que nos ayudó, la señora que me ayudó. Cuando caí al piso unos chicos me levantaron y me llevaron, porque los milicos querían seguir pegándonos. A mi hermano le pegaron una piña de atras, mientras hablaba con otra policía y le robaron los lentes. A mi me quisieron robar el celular pero me defendí».
«Nosotros queremos que se haga Justicia, saber quienes son. Si no saben hacer su trabajo que no trabajen más», finalizó Enzo.


