Entre 150 sorteados, hoy serán seleccionados 12 jurados titulares y 4 suplentes para el juicio que inicia mañana en Gaiman. Sus identidades serán preservadas para evitar nulidades e influencias. La prensa sólo podrá tomar apuntes: ni celulares ni grabadores ni cámaras. El viernes habrá veredicto.
Por cada día de trabajo, los 16 jurados que desde mañana a las 9 protagonizarán el primer histórico juicio en la Asociación Española de Gaiman cobrarán $ 9.507,78. Se prevé que el veredicto sea el viernes. Al final del proceso percibirán además un extra de unos $ 4.500 por haber sido seleccionados.
Serán 6 hombres y 6 mujeres, además de 4 suplentes también presentes en el proceso. Sus nombres y caras no serán difundidos y la prensa que cubra el caso no podrá fotografiarlos, filmarlos, grabarlos ni identificarlos. Se corre riesgo de que se caiga el proceso o el caso quede impune ya que el fiscal o el defensor pueden pedir la nulidad del debate.
Para decidir quiénes serán los 16, para hoy fueron citados 150 candidatos en el Salón San David de Trelew. El 90% del listado es de esta ciudad. Cada uno tendrá un número y será un trámite a puertas cerradas, reservado a las partes. La jefa de la Oficina Judicial, Patricia García, y el camarista penal Adrián Barrios, explicaron los detalles del proceso en una charla con periodistas de la zona.
“Hemos notado resistencias al notificar a los 150 sorteados -admitió García-. Queremos decirle a los citados que no tengan temor a participar, es una experiencia grandiosa. Quienes participaron en otras provincias salieron felices de haber podido tomar una decisión y participar con la justicia. Pedimos que no tengan temor, nos abran la puerta y nos atiendan”. Se cree que no asistirán los 150, por la experiencia de distritos donde los jurados ya funcionan.
La audiencia de hoy y el juicio de mañana los conducirá el juez Gustavo Castro. Les preguntará si tienen impedimentos para cumplir su función: si son familiares de las partes, si tienen algún tipo de amistad o enemistad, o si tienen algún interés particular en el resultado del juicio, entre otros puntos. También si tienen algún inconveniente para su función, como un tratamiento médico o la atención de algún familiar.
Defensa y Ministerio Público Fiscal harán preguntas a los candidatos para descartar perfiles. “En realidad, buscarán quien no quieren que sea jurado, una suerte de ´deselección´”. graficó Barrios.
La idea es iniciar por el número 1 y bajar en la lista hasta completar los 16. Los elegidos no podrán volver a ser jurado hasta dentro de 3 años.
“No deben tener ninguna sospecha de parcialidad con la víctima o con el imputado, ni consanguinidad ni parentesco, ni ser amigo, deudor o acreedor; y no deben tener ninguna objeción de conciencia. Para eso es la audiencia de selección”, dijeron. Por ejemplo, para el juicio de mañana ya se excusó una persona, familiar de las partes.
La selección no la hace el Poder Judicial sino Defensa y Fiscalía. Pueden recusar sin causa hasta 4 personas. De ahí en más deberán fundamentar porqué rechazan algún nombre. Si la otra parte se opone, decide el juez. Los jurados elegidos se comprometerán a no dar ni recibir información que pueda influir en su decisión.
Del listado de 150, sólo el 10% son empleados privados. Muy pocos o ninguno serán jurados. El dato desestima la queja de la Federación de Empresarios Chubutenses, que se niega a pagar el día de sueldo en su ausencia a los trabajadores elegidos por temor a daños económicos masivos a las empresas.
Mañana en Gaiman antes del ingreso del jurado podrán entrar a la sala fotógrafos y camarógrafos para tomar imágenes previas. Serán retirados antes de que aparezcan los 16, que juzgarán un homicidio agravado por el uso de arma.
Los periodistas podrán cubrir las audiencias pero sólo tomando nota: no usarán notebooks ni trasmitirán en directo ni tuitearan ni grabarán. Guardarán su celular, como el público que asista, en una bolsa de seguridad precintada.
Sin mostrar imágenes de los 16, el Poder Judicial transmitirá online las instrucciones previas del juez a los jurados, los alegatos previos y de cierre y el veredicto.
“La idea –dijeron García y Barrios- es que el jurado esté lo más resguardado posible para preservar su imparcialidad y objetividad. Decidirán si el Estado tiene un caso para condenar a una persona. El veredicto se circunscribe a eso”. El juez, como ya sucede, sólo podrá preguntar sobre circunstancias personales, tomar juramento y dirigir las audiencias.
Aunque los detalles del caso de mañana ya se difundieron en la prensa local, Barrios desestimó que los jurados estén contaminados. “Quizás sepan quién falleció, quién es el detenido, dónde sucedió y otros detalles generales. Pero la prueba se va a conocer en el juicio porque todavía no se produjo. Puede ocurrir que un testigo que en el diario dijo haber visto algo, en la audiencia lo niegue”.
Iniciado el juicio, el jurado transitará por un circuito armado exclusivamente para ellos desde la sala hasta el lugar de descanso o deliberación. Sólo tendrán contacto con dos oficiales de custodia para acompañarlos y asistirlos pero sin dialogar. En las audiencias no pueden preguntar. Si tienen una consulta la escribirán al juez. Las partes resolverán si se contesta y de qué manera.
“La decisión por jurados es la más democrática que una sociedad puede tener. Si no estamos en condiciones de considerar que la sociedad puede tomar una decisión dentro del Poder Judicial, tampoco la podría tomar en el Ejecutivo o Legislativo, como elegir un presidente”, consideró el camarista. “La sociedad acepta mucho mejor la decisión tomada por sus pares que la tomada por jueces y tengo mucha fe en que la gente va a tomar este compromiso”.
El ideal es que la decisión del jurado para condenar sea unánime, pero será suficiente con una mayoría de 10 votos. “Si el caso es claro, la unanimidad es posible”, aseguró Barrios.
Irán a jurados los casos con penas previstas de 14 años en abstracto. En Trelew se prevén hasta 5 juicios con este formato por año; en la provincia, hasta 15.
Desde mañana y al final de cada audiencia en Gaiman los jurados se irán a su casa. No habrá hoteles para aislarlos. Pero si el juicio dura todo el día tendrán desayuno, almuerzo y merienda. En los casos que procedan de una ciudad lejana, tendrá alojamiento.
Para su veredicto deberán deliberar al menos 2 horas y una de las personas hará de presidente del jurado. Pueden pedir cuarto intermedio. Tras el juicio se los libera y se les pide no dar ninguna información sobre el proceso. Deberán destruir sus apuntes.
Un dato importante es que hoy la sentencias de los jueces son escritas y fundadas. Deben explicar con argumentos jurídicos por qué se convencieron de que hay prueba para condenar o absolver. Esto garantiza que el fallo pueda ser revisado.
Pero la decisión de un jurado no es escrita ni fundamentada. Pero el proceso igual se puede revisar. Una Cámara puede chequear si el procedimiento fue legal, si el juez instruyó correctamente al jurado o el formato de las preguntas a los testigos.
Las condenas podrán apelarse pero no los veredictos de no culpabilidad. “Se intenta que la decisión sea soberana en el sentido de que lo que decide el pueblo no se revisa”, explicó Barrios.
Los imputados no pueden elegir sistema. Si por el monto de la pena su caso es apto para un jurado, debe someterse. “La integración del tribunal con jurados y con vocales legos es obligatoria e irrenunciable”, dice la norma. Sin embargo, hay planteos en tribunales de Chubut de defensores que buscan un juicio tradicional.
Fuente: Diario Jornada