El actor reflexionó sobre sus días tras separarse de Sofía Aldrey y lo vinculó con sus padres, el fallecido Santiago Bal y la conductora Carmen Barbieri.
Tal como él mismo lo expresa, Federico Bal se encuentra en un excelente presente laboral, pero en lo que respecta a lo emocional, tal vez este sea su peor momento.
Lo cierto es que el actor se encuentra, ahora mismo, en el ojo de la tormenta, debido a su escandalosa separación de Sofía Aldrey, luego de que la maquilladora le encontrara ‘chats sexuales’ en su computadora, los cuales mantenía de forma secreta con varias famosas. Por supuesto, eso dio lugar a que se destapen una serie de infidelidades que la marplatense estaba padeciendo.
En diálogo con Telefe Noticias, el actor habló de todo: reflexionó sobre lo que sucedió los últimos días y vinculó algunos de los hechos que lo tienen en la mira con la polémica separación de sus padres, Carmen Barbieri y Santiago Bal. «Se separaron en un momento donde a mí me dolió mucho. Fue muy feo, durante muchos años se habló de eso. Ellos se ocupaban de que se siga hablando y fue lo que más me dolía. Éramos una familia realmente hermosa. Teníamos una familia hermosa», recordó con dolor.
Por esa razón, el protagonista de Kinky Boots en Villa Carlos Paz reconoció: «De mis viejos muchas veces dije que aprendí de lo bueno y de lo malo, de no repetir historias. Pero hoy en día siento que algunas caigo igual y en otras creo que hago la diferencia».
En este sentido, el hijo de Carmen Barbieri sostuvo que, a pesar de todos los problemas que ahora lo envuelven, intenta que su vida privada «se mantenga en privado», aislándose del ejemplo de sus progenitores, los cuales siempre se encargaron de ventilar sus dilemas familiares, aunque también señaló: «Que de golpe la gente hablé de mí, yo no lo voy a poder controlar nunca en mi vida».
Finalmente, se refirió a la extrema actitud de Estefi Berardi, panelista de «LAM», quien está señalada como una de las terceras en discordia entre Aldrey y él: «Me parece que poner un abogado a todo esto es una locura», disparó, al mismo tiempo que concluyó afirmando que «la gravedad de una infidelidad o una separación o los problemas del corazón es simplemente la intimidad y queda en el pedido de disculpas a tiempo o a destiempo».