El pasado 5 de noviembre se cumplió el aniversario de la muerte de la docente Daniela Velasco, quien murió apuñalada por Miguel Angel Asencio. Hace unos días, y a un año del hecho, el femicida fue condenado a cadena perpetua.
Martin Montenovo, quien es juez de la causa por el femicidio de Daniela Velasco, reconoció la rapidez con la que se llevó a cabo el proceso de la condena en este femicidio. «El hecho tiene la particularidad que fue cometido en una zona pública, en horario pico, desde ese punto de vista podriamos decir que no tuvo tanta complejidad de investigación».
«No obstante, si la tuvo porque el MPF no tuvo testigos presenciales en el momento específico de la agresión; si tuvo mucha gente en el juicio que observaron momentos posteriores, trabajos de Criminalística, es verdad que se entregó a la Policía. Todo eso era una especie de rompecabezas que había que armar. Dentro de un caso, que a simple vista no precia tener complejidad de investigación, si la tuvo.»
En comunicación con Antes que sea tarde por Cadena Tiempo, se le consultó sobre la persona que reveló información de la víctima: «Lo que ocurrió durante el juicio tiene que ver con una conducta del acusado, que la Fiscalía trató de probar y probó. Tanto el acusado como la víctima mantuvieron una relación, esa relación se vio terminada en algún momento por lo que el acusado comenzó a buscar información por distintos lados. Durante el juicio se comprobó que este empleado bancario, de algún modo, auxiliaba al acusado con las redes sociales, información que podría obtener cualquier persona con redes. No eran datos bancarios».
Respecto a que Asencio pueda solicitar libertad condicional: «Una persona condenada por femicidio tiene derecho a pedir la libertad condicional una vez cumplido 35 años de prisión. En este caso será a partir de los 25 años».
«La gente cree que elevar las penas podría llegar a afectar conductas similares. Es una cuestión discutible. Por ejemplo, en Estados Unidos está la pena de muerte, sin embargo eso no ha reducido los casos por homicidio. La realidad es que existe la creencia de que la imposición de determinadas penas, generan ciertas disuasión. También podría verse que ante un hecho de esas características, para creer en la existencia del sistema penal, si hay una respuesta la gente creerá. Desde ese punto de vista puede haber un mensaje».
Continuó: «Se tomó como un femicidio porque el acusado no acepto que la relación había terminado. No aceptó el «no» de la víctima. La relación existió pero no llegó a ser una relación de pareja».