La situación de las familias varadas en el módulo norte sigue siendo crítica. Jonathan, quien se encuentra en el lugar con su familia desde el miércoles, compartió su frustración y desesperación ante la falta de respuestas claras y soluciones efectivas.
«Estoy de miércoles acá. Claro, y están pasando los camiones. La ruta está limpia, la ruta está limpia», expresó Jonathan, indicando que la ruta ha sido despejada y que los camiones han pasado rompiendo el hielo con ayuda de maquinaria. A pesar de esto, las familias que han estado esperando durante días aún no pueden continuar su viaje.
Jonathan criticó duramente la falta de comunicación y asistencia. «Es una cosa de locos, nos tienen abandonados. No nos dan respuesta de nada», dijo con evidente frustración. Además, señaló la ausencia de personal de Vialidad y la repetitiva y poco útil información proporcionada por los gendarmes.
A pesar de las promesas iniciales, las familias no han recibido la ayuda necesaria. «Te dicen una cosa, después te dicen otra. Y ahora le dan prioridad a los camiones. Pero la familia que estamos acá hace tres días, nada», añadió Jonathan, resaltando la incoherencia en la gestión de la situación.
Jonathan y su familia, vienen viajando desde Ushuaia hacia Cipolletti, Neuquén. Han enfrentado numerosos desafíos a lo largo del camino, incluyendo una retención de tres días en Río Gallegos. «Nos tuvieron tres días retenidos en Gallegos. Cuando salimos a la ruta nos dijeron que nos dejaban cruzar, pero en San Julián no iban a hacer volver. No había nieve desde Río Gallegos hasta Caleta, cero nieve», relató Jonathan.
Desde su detención en el módulo norte el miércoles a las cinco de la mañana, las familias han sido testigos de la llegada constante de personas desde Trelew, mientras ellos permanecen en espera sin una solución a la vista. «Nosotros hacia el lado de Cipolletti Neuquén. Venimos viajando desde Ushuaia. Nos dijeron que no venía nadie desde el lado de Trelew adelante. Resulta que cinco y media, seis de la mañana, seguía llegando gente», concluyó Jonathan.
La situación en el módulo norte refleja una falta de coordinación y apoyo para las familias varadas, quienes solo desean continuar su viaje.