El velatorio se realizó en la casa de la familia paterna dónde vivía la nena de 11 años asesinada por motochorros en Lanús.
Familiares, amigos y vecinos de Morena Domínguez, la nena de 11 años que murió tras ser atacada por motochorros a pocos metros de la escuela, despidieron este jueves los restos de la menor con un cerrado aplauso.
El velorio se realizó en la casa de la familia paterna y donde Morena vivía, ubicada en la calle Perú 4300 de dicha localidad bonaerense. Hasta allí, se acercaron familiares y amigos para darle el último adiós a la niña de 11 años.
En tanto, en la puerta de la Escuela Almafuerte N°60, dónde asistía la víctima, este jueves no se dictaron clases y se improvisó un altar con velas, flores y una bandera que pide «Justicia por Morena».
El testimonio del padre de Morena
Conmocionado por la muerte de su hija, Hugo Domínguez habló con la prensa y, entre lágrimas, manifestó: «Sabés lo que es que tu hija se muera».
Al ser consultado por las diferencias con la mamá de la nena, respondió: «Esperaba que vengan aunque sea, no dieron ni la cara. Está mi familia, que venga la abuela, la madre, que vengan, que se despidan, mi Morena no se puede irse así».
“Soy un padre solo, con mi hijo Bruno, lo agarré de chiquitito, lo crié como pude, con mi hija lo mismo. Me separé de la madre hace muchísimo tiempo, siempre tuve problemas, la madre no sé dónde está, vino hace quince días y me la sacó”, afirmó.
Según Domínguez, no pudo terminar los trámites “para lograr la tenencia definitiva” de Morena para que su exmujer no se la “lleve, como hizo siempre”.
“La busqué por todos lados a mi hija, me la llevó y ahora la tengo que traer en un cajón”, indicó llorando, y agregó: “Mientras estaba conmigo jamás se fue sola a la escuela, yo pensaba que iba con la abuela. No sabía que iba sola a la escuela, ayer le dije vamos a casa y dijo que no la dejaban, no cuidaron a mi hija”.
Y reclamó: “¿Por qué dejaron que vaya sola? No es la primera vez que hacen esto. Pagó mi Morena, no sé cómo voy a seguir, mi ángel se fue, me descuidé, pobrecita”.