Por la sexta y última fecha del Grupo C de la Copa Sudamericana con la esperanza de lograr una hazaña similar a la que gestó San Lorenzo frente a Estudiantes de Mérida para quedar como único líder de su zona y evitar los 16avos de final.
Si bien el Ciclón accedió como escolta en su grupo y deberá afrontar un compromiso ante uno de los mejores terceros provenientes de la Copa Libertadores, el Pincha debía golear al combinado boliviano y esperar que Bragantino no supere a Tacuary en Brasil. Y las primeras noticias que llegaban desde el país vecino no eran positivas: el prematuro gol de Marcos Vinicios confirmaba el liderazgo del conjunto del portugués Pedro Caixinha.
Cuando el cronómetro marcaba la media hora ya estaba todo liquidado. Los gritos de Lucas Evangelista, Marcos Vinicios y Eduardo Sasha confirmaban una goleada del Bragantino que dejaba al conjunto de Eduardo Domínguez como escolta.
A pesar de la victoria ajena, el León no se resignó y antes de llegar al descanso se puso en ventaja a través de sus delanteros históricos: Mauro Boselli y Guido Carrillo. El 2 a 0 en la etapa inicial auguraba un monólogo local.
En el complemento Benjamín Rollheiser transformó el triunfo en goleada, pero para esas alturas Bragantino ya había sacado una diferencia de 7 a 1, una aplastante humillación sobre Tacuary que no modificaba la ecuación. Incluso en el cierre, Eros Mancuso selló el 4 a 0 tras una gran proyección en el ataque. El único consuelo para Estudiantes era que en la siguiente instancia iba a enfrentar a uno de los rivales más débiles de la Copa Libertadores. El Pincha tiene argumentos suficientes para soñar en grande.