Este fin de semana se llevará a cabo nuevamente la colecta para ayudar a los que menos tienen.
Roberto Álvarez, Obispo auxiliar, explicó: «En Caritas siempre han intentado pasar de ese primer paso urgente, que es la asistencia, que el tiempo de pandemia nos tragó muchísimo a esto qué es la promoción y transformación de la realidad. Nuestra colecta quiere ser un clamor para qué nos ayuden a llegar a todos para cortar distancia.»
«Pero también tiene que ser una voz profética que expresa la injusticia de nuestro país, la distancia abismal entre la enorme cantidad de población que está debajo de la línea de pobreza, que cada vez se va haciendo más dura, más difícil de pasar. Nosotros, como Caritas diocesana, tenemos una urgencia particular, que compartimos con el país por los dos años de pandemia pero que se extiende más allá, qué es la emergencia educativa».
Manifestó: «Parte de lo que aporten en la colecta que se encuentran con un sobrecito y puedan poner o de modo virtual, en el caso de la diocesana, va para terminar de sostener aquellos lugares vinculados a la educación donde queremos rescatar a todos los que han salido del sistema o que no les alcanza».
«Entonces, nos encontramos con chicos en 4° 5° que no saben leer ni escribir, que no saben agarrar un lápiz, entonces lo que antes era simplemente un apoyo de los deberes ha terminado siendo espacio de alfabetización de niños, niñas, adolescentes y adultos. Hay infinidad de programas, dentro de esos programas hay un programa que se llama DALE».
El director de Caritas, Alberto Suazo, lo explicó: «El programa DALE es Derecho A Leer y Escribir, que lo creo una profesora el CONICET y lo estamos capacitado a voluntarios acá en Chubut. Actualmente se anotaron 50 voluntarios y hay lista de espera. Es un método que no exige mucho espacio físico, los voluntarios se encuentran con el alumno 20-30 minutos por semana y con ese método aprenden a leer y escribir.»
«Así que lo estamos desarrollando, pero es uno de los tantas formas que tenemos de acceder en los distintos barrios, de apoyo que estamos dando. También meriendas, apoyo escolar. trabajo con los adolescentes, con los niños y también de primera infancia».
Comentó: «Venimos desarrollando bastantes actividades, por ejemplo, desde la meseta encaramos varias emprendimientos productivos entre ellos huertas comunitarias, talleres de telares, de confeccionar ropa, eso abre una luz de esperanza a la gente que está sin una fuente de trabajo. Entonces pequeños esfuerzos que esta haciendo Caritas trata de transformar la realidad en cada lugar, en cada barrio que estamos trabajando.»
Se les consultó sobre la forma de colaborar: «Hay métodos tradicionales, como por ejemplo el sobre, que se ha entregado en varias parroquias y se lleva el día 12 a cada parroquia. Otra forma es que los voluntarios salen con alcancías por distintos lugares, supermercados y ahí también se dona. Vamos a publicar las cuentas que tenemos en Comodoro Rivadavia y otra en Trelew, dónde se puede depositar digitalmente».
«Uno de los modos de ayudar, y que nosotros subrayamos en tiempos de colecta porque prácticamente la necesitamos para la merienda, para la estimulación temprana, para la nutrición de los primeros años de vida que tenemos proyectos, para todo lo que sea sostener desde el gasoil para ir a la meseta, los profesores que van a alguna actividad a distintos lugares de la provincia. Pero también la colecta tiene que animarnos a preguntarnos si los que están escuchando la radio, los que lo ven por la tele no es el momento desde donar parte de su tiempo».
Añadió: «Nosotros sabemos que eso asusta, porque a veces creemos «me van a robar todo el tiempo», pero también hemos crecido en esto de pedirle a la gente lo que puede dar. Entonces a lo mejor son 2- 3 horas por semana y no pedimos mas que eso. Y este tiempo está bueno para acercarte a la parroquia en los lugares de la provincia y decir «Yo puedo tal día de la semana a tal hora; me siento capacitado para en apoyo escolar».
«El proyecto DALE no necesita que la persona que capacita sea docente, sino que puede tener otras características y acompañar el proyecto de alfabetización. Es el momento para poner el cuerpo, nosotros como Caritas nacional hemos puesto compromiso a corta distancia y tiene que ver con eso, con una sociedad dañada, quebrada, en situaciones políticas están fragmentadas y que se pelean entre ellos, demostrar que la sociedad civil no quiere ese camino sino que busca otros estilos que tienen que ver con ayudar a los pobres, a los vulnerables, aquellos que en este tiempo tienen más dificultades consumos problemáticos».
Indicaron: «Ese abanico de cosas que en Caritas no tiene otro interés más que expresar el corazón de Jesús, es lo que queremos que se da a conocer este fin de semana».
«Infinidades de chicos en la provincia con distintas características, tenemos lugares en la provincia donde todavía no tenemos espacio físico y los chicos los sentamos en piedra en medio del viento y el frío y estamos armando los espacios. Infinidades de chicos que se acercan por el tema de los consumos problemáticos. Se acercan a nuestros lugares de Cristo, aparte de los que se acercan para los apoyos escolares, por temas de nutrición, estamos teniendo muchos temas de violencia de género, mujeres que se acercan por esa situación a nuestras espacios».
Manifestaron: «Tenemos el desafío de pensar para el frío lugares donde aquellos que están en la calle puedan -respetando su idiosincrasia porque a veces uno quisiera que fueran gente que ubican un hogar y se queda para siempre y no es así- pero si necesitan en tiempo de frío un lugar para llegar a las 8 de la noche e irse a las 7 de la mañana; también pensar en esas cosas y que nos ayuden a pensarlo».
«Seguimos abriendo comedores, sobre todo intentando con nutricionistas hacer que esos comedores no den solo guisos, sino que vayan siendo supletorios de la dieta familiar. Pasó en otros lugares que, con la pandemia recibimos el aporte de UNICEF, y con eso pudimos hacer suplir la dieta familiar con cosas que a veces cuesta más comer».
«Es difícil darle un sabor rico pero que son indispensables para un niño o una niña. Entonces pensamos en no solo llenar la panza sino ver con qué llenamos la panza, a veces la lenteja, la espinaca hay que ser creativo para que un niño lo consuma, pero hay que hacer ese esfuerzo».
