Esperó 20 años una vivienda del IPV, se la dieron y ahora la casa está en peligro de derrumbe

La mujer, madre de 8 hijos, contó el calvario que está pasando con la vivienda recuperada. Teme que el techo ceda y ocurra lo más trágico.

Delia Davies es una madre y docente que vive en una vivienda recuperada por el IPV y quien hace tiempo teme por el derrumbe de su casa: «A fines del 2017 me cedieron la casa recuperada después de 20 años de estar inscripta. A partir del 2019 comenzaron las grietas y fisuras, no solo en las paredes sino que en piso también. El terreno ha cedido y lo que pasó a ser una panza en el piso del comedor, ahora se hundió y la casa quedó como una rampa. Las paredes del pasillo están agrietadas, las puertas y ventanas ya no se cierran. La casa está en riesgo de derrumbe«, en diálogo con EL CRONISTA CR

«Soy mamá de 8 hijos, dos de ellos con discapacidad, tres hijas con problemas respiratorios y yo también tengo problemas de salud. Tengo una nieta pequeña y la verdad es que esto se hace insostenible, enviamos muchas notas. Cada vez que voy al IPV me piden que haga notas para agilizar el trámite, que están tratando de reubicarme en otra casa recuperada pero que todavía no hay respuestas. De Rawson no me envían respuestas, nos tienen a las vueltas».

Delia manifestó: «Tengo miedo de que se caiga del techo encima de cualquiera de nosotros. Yo hago responsables a todas las autoridades, le comuniqué al intendente mi situación, le pedí que por favor me acompañará a mi casa para que la vea. Su respuesta fue que haga una nota y que se la dé a la presidenta de la vecinal. Están todos al tanto».

«El IPV tiene que hacerse cargo, hay mucha gente en la misma situación. Hoy me toca a mi, pero ¿Cuántos abuelos están en una situación así precaria? El que no tiene fisuras, se le filtra el agua cuando llueve. Las construcciones están mal hechas y es responsabilidad del Estado inspeccionar cómo hacen las casas, el techo parece material descartable y las bases están mal hechas».

Una situación muy difícil por la que está pasando esta vecina del barrio Padre Corti. Comentó que hace tres semanas fue al IPV. «Estoy cansada de esto por eso lo hago público. Están esperando que alguien quede inválido o se muera dentro de mi casa para rasgarse las vestiduras y decir ‘Nosotros vamos a darle una solución'».

No solo son las estructuras las que están fallando sino que hasta las conexiones de gas están mal. «Nosotros constantemente sentimos olor a gas adentro de casa. No se qué más esperan para hacer algo».