Cristian, el kiosquero, estaba solo en el local cuando ingresaron dos delincuentes exigiéndole la recaudación de la caja. “Uno de los malvivientes me pidió plata, no reaccioné y ahí me tiran el primer tiro, que le pegan a los chicles y por eso no me da a mí”, contó la víctima en diálogo con el portal 0223.
“Me salvaron los paquetes de chicle”, remarcó Cristian sobre la secuencia que duró unos 20 segundos y quedó registrada en el video de una cámara de seguridad: “Sentí que me podían haber matado”, expresó.
En medio de la desesperación, el kiosquero agarró un gas pimienta y se los arrojó en la cara a los ladrones: “Primero al que estaba enfrente, el que tiró el tiro, y después al que estaba al lado. Cuando se están yendo ya con el efecto gas pimienta, me apuntó como para tirarme y como no pudo, tiró para arriba, pegó por ahí, pero no me pegó a mí. Luego hirió a su secuaz”, contó el hombre.
Este es el sexto robo que Cristian sufre en cuatro meses, por lo que había solicitado un botón antipánico que, al momento del asalto, no funcionó: “La policía vino porque una señora escuchó los tiros y llamó al 911. Acá estamos solos, no hay seguridad y siempre pasa algo acá en esta cuadra”, expresó sobre la inseguridad que se vive en esa zona de Mar del Plata.
Pese al susto, Cristian volvió a trabajar al otro día y reabrió el kiosco: “La verdad quedé muy alterado, porque ya me da bronca. No me siento seguro, no me siento cuidado. Siento que acá puede venir cualquiera a hacer lo que quiere y no tenemos seguridad para nada. No tengo miedo, tengo mucha impotencia, mucha bronca”, reclamó.