En Diadema reclaman por obras inconclusas hace 15 años

Los vecinos piden reacondicionar una plaza en el barrio Iglesia, pero nunca obtuvieron respuestas. Los juegos se encuentran desoldados y representan un peligro para los pequeños. Otro terreno destinado a una plaza se convirtió en una playa de estacionamientos para camiones

Hace 15 años comenzó el reclamo por el reacondicionamiento de la plaza del sector barrio Iglesia en Diadema. Las gestiones se multiplicaron, pero nunca se realizaron las tareas. Los vecinos piden soluciones porque los juegos fueron construidos con caños, que se utilizaban en la industria petrolera, comenzaron a desoldarse producto del óxido y del paso del tiempo. Esa combinación es peligrosa para los pequeños que intentan pasar las tardes en la zona.

Manuel Serón, cuestionó que el Estado tenga abandonado a un barrio histórico como Diadema Argentina. “Han pasado 15 años desde que comenzó el reclamo y siempre nos dicen que van a arreglar la plaza, pero pasan los años y la cosa sigue igual”, criticó.

“El otro día fui a la plaza con mis nietos y el asiento de la hamaca estaba todo roto. Le falta la mitad de la goma para sentarse. Son todos de chapa, si meten la mano pueden cortan. Estos juegos ya no deberían estar ahí porque son un peligro. Hay un caballito que está hecho de caños y está todo desoldado y roto. Si a un nene se le cae encima, no sé qué puede pasar”, advirtió.

Serón tuvo una nueva reunión hace dos semanas con autoridades locales para conocer el estado de un potencial proyecto para reacondicionar la plaza. Sin embargo, la novedad es que no hay nada firme. “Me habían dicho que había un proyecto, pero solo están las intenciones. Tienen que poner fecha para que venga la arquitecta y elaborar el proyecto. Tuve una reunión de dos horas y me fui con las manos vacías”, cuestionó en diálogo con El Patagónico.

Otra de las obras que piden los vecinos es construir una plaza en el barrio que fue adjudicada en el programa municipal Presupuesto Participativo de 2011. La obra nunca comenzó y el terreno se convirtió en una playa de estacionamiento de camiones de flota pesada.

“Hemos pedido juegos saludables y nada. Evidentemente Diadema no les sirve a los políticos como voto porque somos pocos y estamos alejados. Si tuviéramos peso de voto estoy seguro que tendríamos una plaza de luminarias nueva como están en todos. Astra también es un barrio también histórico y está impecable. Estamos bastante dolidos y molestos porque nunca se hace nada”, destacó.

DESBORDADOS Y OLVIDADOS

Serón fue presidente de la Cooperativa de Diadema entre el 2013 y 2018 lo que le permitió reclamar por espacios verdes, drenajes y diferentes obras para el barrio. La respuesta siempre fue positiva, pero los proyectos nunca se concretaron.

“Tenemos un gimnasio, que es un galpón donado por Capsa hace muchos años. No tenía baños así que la empresa hizo un par para que se puedan usar. No deja de ser un galpón que no tiene calefacción y que los nenes se pasan de frío en invierno. No puede ser que no tengamos un gimnasio y un hospital como la gente en Diadema”, consideró.

La escuela secundaria de Diadema Argentina también se encuentra con falencias debido a que asisten muchos jóvenes de la zona norte de la ciudad y los vecinos tampoco tienen respuestas. “Lamentablemente tenemos que decir que hay más presencia de Capsa que del Estado. Todo lo que pasa es arreglado por Capsa y no puede ser así. La empresa tiene su responsabilidad civil, pero es al Estado al que le corresponde hacer cosas”, aseveró.

Los reductores de velocidad son otro de los históricos pedidos en el barrio. “Tenemos largas cuadras y los automovilistas vienen en el aire. Hemos pedido reductores en su momento y nos dijeron que no se podían conseguir porque eran carísimos. A la semana estaban poniendo reductores en todas las partes de la ciudad. Hace dos años volvimos a hacer el reclamo y nos dijeron que no podían conseguir, pero pusieron uno en plena ruta 3”, criticó.

“Yo lo que digo es que hablan de Diadema como si fuera un pueblo histórico y en un barrio histórico de Comodoro, que está olvidado y que parece que a nadie le importa”, lamentó.