La portavoz presidencial Gabriela Cerruti afirmó hoy que el presidente Alberto Fernández se encuentra en «perfecto estado de salud» tras el episodio de gastritis erosiva que sufrió la semana pasada en Bali, mientras participaba de la reunión del G20.
En su habitual conferencia de prensa de los jueves en la Casa Rosada, la funcionaria se refirió al estado de salud del Presidente y explicó que el cuadro de gastritis erosiva con signos de sangrado ya fue «superado».
«Se encuentra en perfecto estado de salud. El último parte (médico) decía que necesitaba unos días de reposo. Eso fue el sábado. Hizo reposo hasta el martes, cuando se reincorporó a sus tareas», explicó la portavoz.
A su regreso del viaje por París y Bali, Fernández se sometió el sábado pasado a un chequeo médico que no arrojó lesiones con sangrado activo tras el cuadro de gastritis erosiva que sufrió en Bali y se le indicó reposo y el retorno paulatino a sus actividades laborales, según reportó la Unidad Médica Presidencial.
En tanto, Cerruti desestimó que el Presidente haya debido declinar su participación en la reunión de gobernadores del Norte Grande que se celebró ayer en Corrientes por su estado de salud: «No tuvo nada que ver con su salud sino con que retomó sus tareas. Era una invitación que no estaba en agenda».
«Está pleno, en sus actividades, ustedes lo han visto en la Casa Rosada desde el martes. Mañana tenemos la inauguración de una cantidad importante de Centros de Primera Infancia y que, tal como dijimos en agosto, estamos inaugurando un Centro por día hasta fin de año. Un logro muy importante», añadió.
Además de remitirse a lo relatado por los partes de la Unidad Médica Presidencial, Cerruti dijo que los médicos que lo tratan afirmaron que Fernández «tuvo un episodio que ya fue superado».
Consultada sobre la actitud del Presidente respecto de los tratamientos, se limitó a responder: «Si es obediente o no, es una consulta que deben hacerle a la unidad médica presidencial. Yo soy su vocera y no lo trato como paciente»:
El episodio de salud ocurrió el martes de la semana pasada en la isla de Bali, en Indonesia, cuando estaba dialogando con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y sufrió un cuadro de hipotensión y mareos.
El jefe de Estado dijo sentirse mareado y allí fue asistido por el traductor oficial Walter Kerr, el único argentino habilitado a ingresar a las sesiones de los mandatarios como acompañante de Fernández, quien debía ese día hablar sobre «Seguridad Alimentaria y Energética».
Tras ser atendido en el lugar, el mandatario fue trasladado en una ambulancia al Sanglah General Hospital de Bali, acompañado por el ministro de Salud de Indonesia, Budi Gunadi Sadikin; el médico argentino Manuel Estigarribia, de la Unidad Médica Presidencial; y los secretarios General de la Presidencia, Julio Vitobello; y de Prensa y Comunicación, Gabriela Cerruti.
En ese centro asistencial, le realizaron análisis de sangre y una endoscopía, que determinó el cuadro de gastritis erosiva con signos de sangrado, por el cual debió restringir algunas actividades previstas en el marco de la cumbre de líderes del G20.