Desde Vialidad Nacional indicaron que mientras no se realice un estudio final sobre las grietas en la cinta asfáltica, seguirán circulando vehículos livianos por la Ruta 3. Además el sueño del viaducto se reflota cada vez más
Luego de la reunión de este lunes al mediodía, se decidió continuar con el estudio y monitoreo del sellado de la grieta en la ruta nacional 3, por lo que no figura en lo inmediato la posibilidad de cortar el tránsito también para los vehículos. Desde el sábado desvían a los camiones por las rutas 26 y 37, según sea su itinerario.
Este fin de semana se practicó un sellado con cemento en la grieta –que se expandió 2 centímetros- para que básicamente no entrara agua si llovía. “Vamos a mejorar un salto que quedó; esperamos hacer un estudio más profundo esta semana para tomar una decisión. Se está trabajando toda esa falla, así que la monitoreamos momento a momento. Hay pequeños movimientos y por eso se hace el control», sostuvo Julio Otero, delegado de Vialidad Nacional en la región.
No obstante, el funcionario aclaró que “si esto se precipita, tendremos otro plan de contingencia. Mientras tanto, estamos siguiendo lo que sucede”, ratificando que cerrar la ruta “está dentro de las probabilidades”, pero antes de adoptar tal drástica decisión “queremos hacer antes otros estudios más profundos para saber qué hay debajo de la calzada; cómo esta esa situación. Si esa cuña esta toda fracturada, o está actuando en bloque. En las próximas horas tendremos una definición mucho más concreta”.
En declaraciones a Canal 9, Otero admitió que los nuevos 2 centímetros de expansión “es mucho”, aunque “a lo mejor se asentó y queda ahí por un buen tiempo. Pero si empieza a ser continuo nos encenderá la luz de alarma”.
Además, recordó que “es la misma grieta que se marcó como cuña en 1995; es ese mismo sector. Por eso hacemos estas tareas de medición y monitoreo. Hoy a la tarde y mañana a la mañana se hará una corrección para evitar ese salto en el sector. Son 4 centímetros que los autos sienten. Es un pequeño escalón que se ha formado”.
En tanto, se aguarda el arribo de geólogos de Vialidad Nacional y un equipo especial de otra provincia.
EL VIADUCTO COMO SOLUCION
Otero también recordó que luego de la catástrofe de febrero de 1995 se les encargó a Vialidad y a la Universidad un proyecto que diera solución al tema que hoy vuelve a afectar a quienes transitan la ruta nacional 3.
“El viaducto no tuvo licencia social y por eso no se ejecutó”, sostuvo quien considera que esa sigue siendo la solución adecuada, máxime teniendo en cuenta que “ahora pasan más vehículos que en el 95. Son 54 mil, con picos de 70 mil en ese cuello. Es uno de los sitios de circulación más grandes en el país; estamos cuartos”, publicó El Patagónico.
De allí que haya que hacer obras de aterrazamiento, para sacarle peso al cerro y reponer la estabilidad del talud que se halla “muy parado”. También se requiere “hacer una defensa del pie del talud. En su momento se hizo el muro que cayó cuando se desprendió la ladera. En la zona del Chenque donde no hay protección, el mar avanza y se lleva todo”.
Recordó el funcionario que “desde el Estado se lleva adelante un proyecto de variante de la ruta 3 para que ya no pasen por acá los 1.400 camiones que hoy lo hacen; que circulen por afuera. Eso podrá hacerse con el presupuesto de 2024, o 2025, pero no soluciona lo del Cerro Chenque”.
“El proyecto del viaducto está vigente. Pasaron 20 años y hoy vemos que el problema se agravó. El crecimiento del parque automotor ha sido alevoso. Hacer un viaducto en su momento era algo estable. Cuando colapsó el Cerro Chenque estuvimos 15 días parados y en otros 15 que trabajamos ya se podía circular. Son trabajos que se pueden hacer rápido en una emergencia, pero no es la solución. La solución hoy es el aterrazamiento y la defensa costera. La marejada costera contribuyó a acelerar este proceso”.
Asimismo, negó que la explosión de febrero haya tenido algo que ver con la actual emergencia, en la cual también habría incidido “la lluvia de 2017; hay mucha agua ahí abajo”.