Un hecho alarmante sacude a la comunidad educativa de Comodoro Rivadavia. Un estudiante de sexto grado sufrió una fractura de fémur tras ser víctima de una agresión intencional por parte de dos compañeros de otro sexto grado, según denuncia su padre, Ariel, en una entrevista exclusiva con EL CRONISTA CR.
El incidente ocurrió durante el recreo, cuando los nenes estaban jugando a la pelota. Ariel relata que dos chicos, conocidos por su comportamiento agresivo, se pusieron de acuerdo para lesionar a su hijo. «Lo sabemos porque hay compañeritos, compañeritas que escucharon cuando lo hicieron. Dijeron ‘a este lo vamos a quebrar'», expresó Ariel con indignación.
Según el relato, uno de los agresores, de mayor tamaño, empujó violentamente a su hijo, haciéndolo caer, mientras el otro aprovechó la situación para golpearlo en la rodilla, causándole una fractura de fémur. «Un movimiento en falso pudo haberse salido el hueso del lugar, por suerte no se salió del todo», detalló.
Ante la gravedad de la lesión, fue trasladado de inmediato a una clínica por su madre, ya que no se contó con la asistencia de una ambulancia. «La ambulancia no fue, ninguna ambulancia», subrayó Ariel.
El padre del menor denunció que, a pesar de la gravedad del incidente, la ART dejó de cubrir los costos médicos, los cuales ya superan el millón de pesos. «Nos llamaron diciendo que no tiene más cobertura, le hicieron una placa, le dieron un ibuprofeno en jarabe y nos mandaron a la casa», dijo Ariel.
La situación en la escuela no ha mejorado, según Ariel. A pesar de haber realizado una denuncia en la comisaría, no se han tomado medidas contra los agresores. «Pedimos para ver las cámaras, los videos, las filmaciones, pero no quieren darnos. Dicen que tiene que ir la policía, y la policía tampoco fue. A nadie le importa», lamentó Ariel.
El pequeño, abanderado de la escuela debido a su destacada conducta y desempeño académico, se encuentra ahora postrado en una cama, sin poder asistir a clases ni realizar actividades básicas. «Es indignante porque hoy, como yo digo, hoy es mi nene, pero mañana puede ser el hijo de cualquiera», concluyó Ariel.
Este caso ha sacado a la luz numerosos incidentes similares de violencia escolar que permanecían silenciados. Muchos padres han comenzado a denunciar casos de agresión que sus hijos han sufrido, temiendo represalias si se quejan. La comunidad exige respuestas y medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los estudiantes en la escuela.
Las autoridades escolares y policiales aún no han emitido declaraciones oficiales sobre el caso, mientras la familia y la comunidad esperan justicia y acciones concretas para prevenir futuros episodios de violencia.