Los profesionales se manifestaron en la plaza de la Escuela 83 donde expresaron su malestar por el aumento del 5% y 10%.
Ana Paola Romero, prestadora en el sector de Discapacidad, habló sobre el reclamo: «Para todos los profesionales de la Salud hay muchas irregularidades desde que uno empieza a trabajar, porque hay una unilateralidad del convenio con las obras sociales. Nos vamos enterando sobre la marcha de las decisiones de la Super Intendencia de Salud, los aumentos que nunca son en consenso con nosotros».
«Hay que tener en cuenta primero los derechos del niño que es el hecho que pueda tener su prestación todas las semanas, y ahora se ven afectadas porque no podemos tener otra decisión que frenar nuestras actividades por el hecho de que el convenio que estamos teniendo esta teniendo un atraso sumamente significativo para nosotros. No podemos pagar un alquiler de vivienda, de consultorio a 60 o 90 días hábiles».
Manifestó: «Queremos que los chicos tengan las prestaciones que necesitan y, en este momento, no estamos pudiendo sostener esa terapia. Nuestro sueldo esta totalmente devaluado, nosotros entregamos una factura con la fe de que a 60 días nos van a pagar y nunca sucede. Siempre hay un retraso que nos vamos enterando sobre la marcha».
Otra profesional de la salud, Amelia Ferioli, explicó: «Estamos reunidos no solo los maestros de apoyo, acompañantes terapéuticos sino los centros Empatía y prestadores porque queremos visualizar la tomada de pelo del aumento que se nos dio a través del nomenclador, que fue el 10% para las facturas de octubre y el 5% la de noviembre. Cosa que se verá visualizado en febrero del año que viene, es un aumento que no existe».
«Nosotros esperábamos que la mesa fuera más seria y realmente tratara el 130% de aumento que se pide, que no es irrisorio. A los centros terapéuticos le aumentan el alquiler al doble, con un 10% de aumento no sirve eso. A los acompañantes terapéuticos nos siguen dejando fuera del nomenclador así que las obras sociales nos reciben el presupuesto que quieren, están pagando desde $750 la hora a $1400 si tienen amparo. Eso implica un sueldo de $90.000 por mes si tiene suerte, y tiene que trabajar mínimos dos acompañado, lo cual es imposible».
Continuó: «A los centros les deben facturas desde marzo, mayo y lo visualizaron ahora porque hacen el balance anual. Los acompañantes terapéuticos lo vivimos más a diario. Es dramático».
«Desde la Super Intendencia de Salud nos dicen que tenemos que iniciar reclamos, obra social por obra social. Porque nos dicen que si uno presenta el presupuesto y hace la facturación por módulos de sesiones, ellos lo pagan. Pero el problema es la obra social que cuando uno presenta el presupuesto te dicen que no lo cubren».
Ferioli indicó: «Vamos a marchar y cortar la ruta porque va a ser la única forma de que la ciudad vea y sienta lo que los prestadores estamos viviendo. Un centro terapéutico no puede estar pagando $90.000 de luz, es una locura».



