«Después que la golpeó le envió un mensaje diciendo que estaba preocupado por ella»

Fueron las palabras de Valeria Ulloa mamá de la joven salvajemente agredida por su ex pareja el domingo en un domicilio de barrio Ciudadela.

Valeria Ulloa, madre de Elizabeth, la joven brutalmente golpeada por su ex pareja el domingo pasado en barrio Ciudadela, relató los detalles de la agresión y la respuesta de las autoridades.

“Hoy la mañana nos presentamos en Defensa Pública, nos vieron los abogados de mi hija, nos mandaron al Cuerpo Forense, la revisaron en el Cuerpo Forense… Como todavía no está pedida la detención de él, vinimos hacia Fiscalía para que podamos pedir la detención y nos comunicaron que tenemos que esperar a que las… Si la lesión es grave, si el Cuerpo Forense determina que es una lesión grave, puede ser detenido, si no, está la restricción nada más,” explicó Valeria.

“El día domingo mi hija estaba en su casa, el día sábado ella se había quedado conmigo, se fue a la noche, el domingo yo me fui a trabajar y ella estaba en su casa. Me llamó a las 2 de la tarde, me mandó una foto donde salía ella golpeada y me puso, “vení ya, por favor”, me dirigí hacia allá, llamé a la policía, llamé a la ambulancia porque vi la foto que estaba muy golpeada y cuando nos presentamos en el lugar, lo que nos comentó ella es que él se apareció en la casa con una caja pidiéndole, por favor, como era el día del padre, si podía comer con su hija. Así que ella le dijo que sí, porque él puede ver la nena, pero bajo la supervisión de la madre. Así que ella le permitió que él coma con su hija, que almuerce al mediodía con la nena.”

Valeria continuó describiendo el ataque: “Él se puso a cocinar y estaba lavando la bifera, la plancha de bife, y comenzó a insultarla a mi hija. A lo que ella se levantó le dice que se retire del lugar y cuando le puso la mano en el hombro, hasta ahí no más recuerda, porque sintió el golpe y se desmayó. Y a lo que estaba volviendo sentía ella, me decía que sentía en el piso que la movían, pero ella no sabe si él le seguía pegando cuando estaba en el piso o la estaba revisando, no lo sabía. Y se fue, la dejó desmayada ahí en el piso con las nenas y se fue.”

Sobre el secuestro del año pasado, Valeria recordó: “El año pasado, este mismo muchacho la secuestró desde las seis de la tarde hasta las cuatro de la mañana. La golpeó. Cuando ella logró escaparse, se comunicó con nosotros. Mi esposo fue a buscarla, fue hasta el lugar. Cuando mi hija ingresa a la casa, él salió del dormitorio pensando que ella vino sola como para poder agredirla y se topó con mi marido. Mi marido le pegó. Él fue detenido, mi esposo. Este individuo no. Solo fue al hospital porque mi marido le pegó, así que estuvo en el hospital. Y después que salió del hospital, mientras mi esposo seguía detenido, él volvió a la casa a molestar, a la casa de mi hija.”

Valeria enfatizó la ineficacia de las restricciones: “O sea, no sé qué es lo que están esperando como para… Para así, porque las restricciones no las cumple. Él va a la casa cuando él quiere y hace lo que él quiere.”

Sobre la denuncia reciente, explicó: “Sí, hemos erradicado la denuncia el día domingo a la noche y ese mismo día que estábamos en la comisaría, él se comunicó con mi hija diciéndole que estaba preocupado porque no sabía cómo estaba, que había visto la ambulancia en la casa, que había visto a la policía, que la perdone, que no había querido ser tan malo. Y bueno, la misma policía lo vio y dijo que por favor lo bloqueara. Y hasta el día de hoy no sabemos. Sabemos dónde está, pero no ha sido detenido.”

Valeria destacó el impacto en sus nietas: “Correcto, mi nieta, la más chiquitita, tiene dos años, que es la hija de él. Cuando llegamos estaba sentada en la silla llorando y mi nieta mayor estaba pendiente de su mamá, tiene cinco años. Ella nos dio los indicios de cómo él estaba vestido, porque ella no se acordaba. Ella estaba tan mareada que no se acordaba. Entonces la nena nos dijo cómo estaba vestido y salieron a buscarlo, pero no, no lo encontraron. Y, es más, mientras lo buscaban él nos estaba viendo todo lo que estaba pasando en la casa y no lo veíamos. Ese, es el miedo nuestro.”

Sobre la seguridad de su hija, Valeria agregó: “La casa de ella, por el momento, la estamos yendo a ver con mi familia, pero ella no puede estar en su casa sola, con las nenas otra vez, volver a su vida rutinaria de trabajo. Pero no podemos volver a ese domicilio, porque él puede estar por acá nomás, y él anda por todos lados. Sí, restricción hay, ya fue notificado él. Lo que no sabemos es, según lo que dio el cuerpo forense, si según la gravedad de la lesión que ellos vean, para qué él pueda ser detenido. Si no, sigue la restricción, y obviamente van a seguir los problemas porque ellos no respetan ninguna restricción.”