Las internas en Trelew hicieron ruido en todo aspecto y sobre todo apuran al resto de la ciudades para conocer a los candidatos. El oficialismo en Comodoro tiene algunas dudas, los números no dan y el tiempo pasa..
Dicen que los caprichos salen caros y en política se pagan doble. El círculo íntimo del intendente de Comodoro comenzó a reconocer, a raíz de los resultados de las primeras encuestas y el cerco que se va cerrando a su alrededor, que la imposición de su segundo candidato para sucederlo en la intendencia de Comodoro, simplemente “no llega,no mide”.
Si bien sus propios allegados y aliados vienen tratando de construir un candidato desde el consenso desde hace meses, Luque se negaba rotundamente a ceder la cabeza de lista en Comodoro.
En medio de un panorama muy complejo, donde se comienza a vislumbrar que podría perderse la gobernación en manos de Nacho Torres (ganador indiscutido, junto a Ana Clara Romero, de las internas de Trelew), los compañeros peronistas comenzaron a inquietarse y a perder la paciencia. Ya no es sólo una sensación: podría, literalmente, perderse todo.
Las últimas encuestas son categóricas y complican los deseos de JPL, ya que su segundo candidato, Maximiliano Sampaoli “no mueve la aguja” de intención de voto y esto lo adelantamos hace algunas editoriales atrás aunque algunos crean tener la primicia.
Los análisis indican que podría perderse Comodoro si encabeza la lista. Frente a un tablero cada día más adverso, incluso para su propia candidatura a nivel provincial, habría comenzado a entender que se apuró y que aún hay tiempo de borrar las pintadas.
La bajada a territorio por parte del titular de la PSA, José Glinsky, movió un poco las cosas ya que vino a acomodar el tablero y reforzar la idea: “No se puede perder Comodoro” y menos en un contexto provincial tan adverso.
Los días pasan y cada vez queda menos tiempo. Fuentes cercanas al intendente indican que espera que sea Sampaoli tenga un gesto y baje su precandidatura.
En medio de este revuelo, el viceintendente de la ciudad, Othar Macharashvili, lejos de quedarse sentado, nunca dejó de construir su candidatura. Desde hace meses viene trabajando arduamente en darle forma a su propuesta de gestión y prepararse para salir a la cancha con todo. Se ha mencionado que incluso le propuso a la titular del ANSES de la ciudad, Renata Hiller, la primera concejalía de su lista. Una jugada fuerte, ya que Hiller es una mujer relativamente nueva pero con una gran capacidad política.
Otro dato es que cada vez son más los sectores nucleados dentro del peronismo que demandan que la lista sea el hombre del sombrero como intendente y Sampaoli como vice, algo que está relacionado con las propias encuestas y la intención de voto. Los números parecen dejar en claro que una vez más el orden de los factores sí alteran el producto o en este caso el resultado.
Con una compleja situación a nivel provincial, con un Nacho Torres fortalecido y eufórico tras la elección interna de Trelew (pese al pacto Luque – Biss – Pagliaroni); y una revitalizada Ana Clara Romero, que viene desterrando con fuerza los sueños del concejal Buffa, algunos históricos dirigentes justicialistas le habrían pedido al intendente petrolero “un poco de prudencia y cordura”.
El reloj continua su marcha hacia el futuro. Los días perdidos no volverán y en un escenario de posible adelanto de elecciones, las cosas se complican aún más. En los próximos días podremos saber si el tercer candidato será finalmente el definitivo. Las pintadas se pueden cambiar, una derrota no.
