La administradora del comedor universitario de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), Melina Quiñones, salió al cruce de los rumores sobre la cantidad de viandas que se entregan diariamente y aclaró la situación real del servicio, además de resaltar el compromiso de la universidad con los estudiantes.
En respuesta a las versiones que indicaban que el comedor solo entregaba alrededor de 60 viandas por día, Quiñones explicó que la realidad es muy diferente: “Actualmente, llegamos a brindar hasta 300 platos solamente al mediodía y en la noche estamos dando unos 200 platos. Imagínate que por día estamos dando unos 500 platos al valor del menú de 100 pesos, que claramente es un valor totalmente simbólico, totalmente impensado en esta realidad, ¿no? Porque, ¿Qué podemos comer por 100 pesos? Y el resto del plato está subsidiado por la universidad”, comentó en diálogo con EL CRONISTA CR
Quiñones destacó que la UNPSJB es una de las pocas instituciones educativas que destina una parte de su presupuesto al comedor, lo que permite sostener este servicio esencial para la comunidad estudiantil. “La universidad sostiene a los estudiantes en el tema del plato de comida, que es algo esencial para todos, porque ¿Quién puede estudiar si tiene hambre?”, señaló.
Además de los 500 platos diarios, el comedor cuenta con un grupo de 40 estudiantes becados que acceden a las comidas de forma totalmente gratuita. Según detalló Quiñones, el comedor recibe mensualmente un fondo de $2.400.000 pesos de la universidad para cubrir los gastos, y ese monto es auditado por la Secretaría de Bienestar de manera regular. «Todos los meses tenemos una mini auditoría, porque al recibir un fondo público tenemos que decir en qué gastamos, cuántos platos damos. Ahí nosotros damos los números exactos de los platos que damos por mes, por día, o sea, por año«, explicó.
A pesar de contar con este presupuesto, Quiñones reconoció que en algunos momentos la situación es complicada. «Aunque sean $2.400.000 y parezca un montón, por ahí hay días en que a nosotros se nos hacen muy difíciles, y desde el lugar de estudiantes buscamos desde otros lados donaciones. Recibimos mucha ayuda, por ejemplo, el Banco Credicoop fue el que hace poco nos hizo una donación más grande de mercadería», agregó. Además, mencionó que los propios estudiantes organizan ferias y eventos para recaudar fondos y así poder solventar los gastos adicionales que surgen.
Respecto a la demanda de viandas, Quiñones explicó que esta varía según la época del año y los días de la semana. “Todo va a depender en la época en que estamos, los lunes, sí, son 500 viandas… pero llegan viernes y por ahí son menos, pero teniendo en cuenta que es viernes, que es fin de semana, que estamos ya terminando el año, pero a principio de año fue bastante la demanda que tuvimos”, comentó.
Finalmente, Quiñones expresó su preocupación por la falta de actualización en el presupuesto destinado a los comedores universitarios a nivel nacional, destacando que en muchas universidades del país no se asignan fondos para este tipo de servicios. “Esto no se hace en todas las universidades, se hace en las universidades de la Patagonia, que es de acá y la de Trelew, pero en otras universidades no se destina un fondo de parte del presupuesto que tenemos», advirtió.
A pesar de los desafíos, Quiñones concluyó subrayando que el comedor se mantiene gracias a los fondos que destina la universidad, las donaciones externas y el compromiso de los estudiantes. “Es un sostenimiento desde todos, digamos, desde la universidad y las donaciones que recibimos de otro lado”, concluyó.