La joven, para justificar su presunción sobre su identidad como «Maddy», había dicho que no recordaba gran parte de su infancia. ¿Qué reveló el estudio?
Las pruebas de ADN a la que se sometió Julia Wendell, la joven polaca de 21 años que había afirmado que en realidad es Madeleine McCann, la niña británica desaparecida en Portugal en 2001, tuvieron resultado negativo.
Tras someterse a la prueba de ADN con la familia McCann para comprobar su verdadera identidad, los resultados determinaron que no es Madeleine, tal como ya lo había anticipado la familia de Wendell.
La joven, para justificar su presunción sobre su identidad como #Maddy», había dicho que no recordaba gran parte de su infancia y que su familia no había querido aclararle las dudas que tenía ella.
Además, la joven había señalado que presentaba muchas similitudes con Madeleine: el pelo rubio, un defecto ocular en el ojo derecho, los lunares en las piernas, y la sonrisa.
La madre y padre de Julia refutaron en todo momento lo que su hija decía e incluso dijeron que se trataba de mentiras, y estaban seguros de que ella estaba inventando todo.
La prueba de ADN también confirmó que Julia es de Polonia y que tenía herencia lituana y romana.
Caso Madeleine McCann: la visión de la familia de la joven que asegura ser la niña desaparecida
«Para nosotros como familia es obvio que Julia es nuestra hija, nieta, hermana, prima y sobrina. Tenemos recuerdos, tenemos fotos.
Julia también tiene estas fotos, porque las tomó de la casa familiar con el acta de nacimiento, así como numerosas altas hospitalarias», dijo la familia Wendell en un comunicado publicado por el Daily Mail.
Y agregaron: «Le hemos pedido que se detenga (…) Ella rechaza el tratamiento, no toma medicamentos regularmente. Tampoco aprovechó la posibilidad de tratamiento en un muy buen centro de Polonia, que accedió a aceptarla».