«Aunque nos duela Dios sabe porque pasó y esperamos en su justicia»

Fueron las palabras de la abuela materna del joven Gonzalo Huenchur que fue asesinado cuando esperaba el colectivo para ir a la escuela indicó que a pesar del triste momento recuerda a su nieto «como un chico respetuoso que amaba a su mamá y papá».

La abuela de Gonzalo fue parte de la multitudinaria marcha por las calles céntricas reclaman justicia y dedicó unos minutos para dialogar con la prensa.

«Yo sé que las palabras no van a alcanzar nunca para llenar lo que ha sido ese hijo mayor que tenía Noelia, un chico bueno, un chico respetuoso, un nene que amaba a su papá, a su mamá, él agradecía a su mamá por tener la mejor mamá, y le agradecía el papá que había elegido para él, a pesar de que estaban divorciados, él amaba mucho a su papá igual».

En medio de lágrimas expuso su Fé manifestando que trata de mantenerse en pie gracias a ese fuerza espiritual.

«Como abuela, solamente me quedan palabras, que solo Dios es el que nos está dando la fortaleza, y yo le agradezco en este día, porque Dios nos encontró bastante fuertes en el camino de él, nosotros somos Cristianos, y esperamos la justicia divina. Yo sé que él no le erra, no se equivoca, entonces esperamos esa justicia, y aunque nos duela, Dios sabe por qué lo hizo, todo es bueno y todo es posible».

«Solamente agradecerle a Dios y pedirle consuelo para nuestras vidas, para la vida de mi hija, para la vida de Germán, para toda la familia ya que es un dolor grande. Para la novia también, por Luz, que yo sé que está sufriendo, es una niña y yo le ruego a Dios que esto.no amarre su vida, porque recién tiene 17 años como mi nieto, es muy doloroso porque ellos se amaban, y yo sé que como jóvenes lo va a pasar».

Para finalizar la abuela de Gonzalo concluyó diciendo «Hay que ayudar a la novia de mi nieto, porque es joven, que sus compañeros puedan ayudar a sus amigos, no dejarla sola en ningún momento, tampoco dejaremos a mi hija de lado, estaremos con ella apoyándola en todo. Este momento es cruel, es doloroso, pero Dios está en nuestros corazones».