En Comodoro Rivadavia, varias familias y acompañantes terapéuticas se encuentran en una situación crítica debido a la falta de pago por parte de la obra social SEROS. Jessica, una madre afectada, y Natalia, una acompañante terapéutica, compartieron sus testimonios a EL CRONISTA CR, sobre la problemática que enfrentan.
Jessica, madre afectada:
«Estamos acá varios papás y acompañantes terapéuticas por el tema de los pagos de SEROS que no se realizan desde hace varios meses. La situación es insostenible, ya que las acompañantes no cobran desde mayo, queremos tener una respuesta, porque hay chicas que no cobran desde mayo, que están sin cobrar, hay mamás que se están por quedar sin acompañante, terapéutico, por el tema de falta de pago, que nadie puede estar varios meses sin cobrar, trabajando gratis», expresó Jessica.
Jessica explicó que su hijo, quien tiene discapacidad, depende de su acompañante para asistir al colegio. «Mi hijo no puede entrar al colegio sin su AT y la falta de pago está dejando a muchos niños sin la atención que necesitan. Es inaceptable que los más afectados sean los chicos con discapacidad», añadió.
La madre también mencionó que ha tenido que recurrir a un recurso de amparo para asegurar la cobertura de su hijo en el pasado, franqueando las barreras burocráticas que dificultan el acceso a las prestaciones necesarias. «No es solo la falta de pago a las ATÉ, sino también la ausencia de prestadores en áreas críticas como psiquiatría, fonoaudiología y terapia ocupacional», denunció.
Natalia, acompañante terapéutica:
Natalia, una de las acompañantes terapéuticas afectadas, detalló el proceso burocrático que enfrentan.«Nosotros les facturamos al afiliado titular de la obra social SEROS. No es que facturamos directo a la obra social. Entonces, ¿qué pasa? Yo le hago la factura al afiliado como que el afiliado me va a abonar a mí. La factura del mes que yo trabajé. Él viene y presenta en la obra social esa factura para que le hagan el reintegro de esa plata que él supuestamente pagó, que en realidad no la paga porque siempre esperamos el reintegro, comentó.
La acompañante terapéutica decidió suspender sus servicios hasta recibir una respuesta. «Los afiliados no tienen tiempo para reclamar debido a sus trabajos, y nosotras, como acompañantes, no podemos venir a reclamar porque no somos prestadoras directas. Esta situación nos ha llevado a juntarnos para exigir una solución», explicó.
Natalia también resaltó el impacto negativo en los niños que necesitan estos servicios. «Vos tenés un nene que tiene autismo, síndrome de Down y tiene que ir solo a la escuela porque lamentablemente a veces la docente está con 20 chicos más, no se puede abocar a uno solo, ¿Qué pasa? ¿Los papás qué hacen? Deciden, bueno, no lo mandamos a la escuela, el nene falta a la escuela, entonces es como que ellos quedan en el medio y es una situación que se repite constantemente.», concluyó.
La comunidad de Comodoro Rivadavia espera una respuesta concreta de SEROS para resolver esta situación que afecta a tantas familias y profesionales dedicados a la atención de niños con discapacidad.
