El sospechado es un conocido productor de la zona que recluta a gente del norte para trabajar en la cosecha. Pero creen que habría algo mucho más grande detrás
Todo comenzó con el caso de una joven abusada en El Hoyo. La víctima escapó de una finca la madrugada del domingo 7 y movilizó a todo un pueblo que pide Justicia y le da la espalda al principal sospechoso.
La víctima apareció drogada a la vera de un camino, entre los pastizales, y dos chicas y un chico que pasaban la rescataron y denunciaron a la Policía. La joven tomó un jugo de manzana al que le habrían puesto drogas para sedarla.
La chica sería ahijada de una mujer implicada junto con un productor de fruta fina, que supo candidatearse a intendente por el radicalismo, y su hijo abogado.
La fiscalía, a cargo de Carlos Díaz Mayer, se movió rápido, allanaron la finca del padre y el estudio de abogados del hijo, de donde se llevaron Viagra, gel íntimo, un preservativo usado, toalla ensangrentada, pasaportes, armas y documentos con plazos fijos por sumas millonarias.
Los investigadores creen que estos indicios serían apenas la punta del iceberg de algo mucho más grande que podría desembocar en una presunta red de trata de personas.
En el pueblo de El Hoyo, hace unos días, el sospechado tuvo que irse abucheado de un supermercado y este lunes la gente salió a la calle indignada.
El fiscal Díaz Mayer, días atrás, pidió la detención del padre, el hijo y la única mujer, quien habría traído a la víctima a la finca hacía unas semanas. Al parecer, según declaró, la joven habría visto a otras chicas en un galpón.
Una jueza entendió que no había suficientes motivos para detener a los tres involucrados porque no hay indicios de que hayan eliminado pruebas ni hayan querido fugarse. No encontraron evidencias de que hayan destruido material probatorio.
La víctima, que hoy se encuentra muy afectada, sería la ahijada de esta mujer que sería muy cercana al padre y al hijo. Los investigadores piensan que ella podría ser una pieza clave para armar este rompecabezas.
Si había más víctimas viviendo en esa finca, lo cierto es que cuando fueron los investigadores no encontraron nada.
En el pueblo se sabe que este hombre recluta trabajadores del norte del país para la cosecha. Sin embargo, vociferan por lo bajo que habría algo más detrás de estas búsquedas.
El productor había estado involucrado en una causa de trata en el Juzgado Federal de Esquel, a raíz de una mujer del Chaco, pero todo quedó en la nada.
La investigación, que recién empieza, se presume que va a demandar un equipo especializado para recabar testimonios de las víctimas.
Al parecer, si las causas nunca se movieron en estos años, es porque nadie se animó hablar hasta ahora.
La denuncia de la víctima podría ser la punta del ovillo para desentrañar algo mucho más grande que viene arraigado hace más de una década en la zona.
En estos días en que el pueblo de El Hoyo dijo basta, ni siquiera los investigadores dimensionan lo que podrían llegar a encontrar.
Fuente: Diario Jornada