Desde el 7 de marzo esperan respuestas del municipio. Las últimas lluvias agravaron la situación y temen con que las casas queden tapadas por la tierra.
Gabriela y Gisela, vecinas del barrio Castelli, continúan sin obtener respuesta por parte de la Municipalidad y ahora las casas se encuentran aún más afectadas: «Todavía no vino nadie, no nos dieron ninguna respuesta. En un mes y medio empeoró un montó y la verdad ya no sabemos a dónde ir ni qué hacer».
«El muro se cayó el 7 de marzo y ya pasaron dos meses y medio que no aparece nadie. Lo que pedimos es una máquina para sacar la tierra, la casa prácticamente esta enterrada. Esto se incrementó con las últimas lluvias porque provocó que se deslice más y todavía nos falta pasar todo el invierno».
Gabriela cuenta que el primer muro que realizaron quedó enterrado: «Con el desplazamiento del cerro quedó enterrado. Yo judicialicé esto hace un año y dos meses y todavía nada, no tengo respuesta. El día que se cayó el muro nos habían ofrecido llevarnos a un gimnasio para evacuarnos, pero no era la idea dejar nuestra casa. Queríamos evitar lo que ocurrió la semana pasada pero no se logró.
Gisela cuenta que tuvieron que tomar medidas para que no ingrese la tierra a sus casas: «Yo puse maderas en la ventana de la habitación de mis nenes que es la más perjudicada, a nosotros nos hace un muro de contención el municipio porque en su momento presenté carta documento porque esta situación la viví en 2019. Tengo mi casa peor que en ese momento».
«Hoy por hoy tenemos las casas con humedad adentro, son casas que no tienen ni 10 años de antigüedad y si las ves parecen que tuvieran 50 años de antigüedad con humedad y filtraciones. Invitó al señor Romero a vivir un día en mi casa a ver si no se pondría igual que nosotros. Perdí terreno, un galpón donde tenía elementos para construir, y ahora estoy perdiendo mi casa de a poco».
Por el momento son solo esas dos familias quienes están siendo afectadas por el desplazamiento del cerro tanto por dentro y por fuera. «Te dicen que vienen los geólogos para hacer drenajes, te mienten. Vienen, clavan estacas y no hacen nada. Nos hablan de reubicación pero no nos explican. Esperan a que la tierra entre por las ventanas para hacer algo y ahí desgraciadamente ya va a ser tarde».
Todo esto comenzó con la colocación de un barrio privado: «Cortaron el cerro para hacer el barrio privado, allí hicieron caminos y con eso rompieron las napas, esas napas buscan salir porque no tienen hecho ningún drenaje y sale en nuestras casas. Supuestamente hoy están las obras paradas, así como estamos perjudicados nosotros ellos allá arriba también lo están».
«Queremos una respuesta, aunque sea que nos saquen la tierra pegada a nuestras casas. Todo esto nos causa una tremenda angustia la verdad», manifestó Gisela.