Agregó que Argentina “se encuentra casi en su totalidad dentro del huso horario de 4 horas al Oeste de Greenwich, solamente la zona cordillerana ingresa en el Huso -5; sin embargo, usamos la hora del Huso -3. Además, parte de Brasil, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Chile, hoy están en el Huso -4”.
El país “hoy tiene una de las mayores diferencias entre la hora solar y la hora oficial, lo que afecta no solo al consumo de electricidad sino también al desempeño escolar. Necesitamos lograr una mayor coincidencia entre la hora solar y la oficial”, expuso Cobos.
El diputado puso como ejemplo a la provincia de Mendoza, donde en junio las actividades escolares comienzan a las 8 de la mañana (hora oficial) cuando todavía no amaneció, debido a que ese horario actual corresponde a las 6:30 de la hora solar, tal como indica el Sistema Internacional de los Husos Horarios.
“La educación es uno de los principales sectores damnificados en el desfasaje entre la hora solar y la hora oficial. La gran mayoría de los alumnos en comienzan su jornada en plena oscuridad, produciéndose un efecto negativo en su desempeño escolar”, indicó el diputado, señalando también el gasto energético que significa el actual huso horario para los comercios.
Las consecuencias del cambio de huso horario
A través de sus redes sociales, Cobos compartió una serie de infografías realizadas por el Conicet donde se explican algunos contrapuntos entre la hora solar y la oficial, como por ejemplo, la disponibilidad de luz natural, la iluminación natural sustentable, el ahorro y uso de energías renovables, los cambios en los hábitos sociales y los efectos visuales y no visuales que generarían beneficios en la salud.
El proyecto de ley para cambiar el horario oficial por épocas en todo el territorio argentino había sido presentado por Cobos en 2022, pero el proyecto no logró avanzar en el Congreso.