Se vivieron momentos de tensión en vivo cuando los anafes «de última generación» no se encendían y los participantes no podían terminar de cocinar.
En la sorpresa de este jueves en Gran Hermano, Wanda Nara y el staff de Masterchef ingresaron a la casa para un desafío especial en el que los jugadores debieron cocinar una omelette.
En medio de emoción de los participantes, y mientras preparaban su plato, un blooper generó tensión en vivo: no andaban las hornallas, por lo que no podían terminar de cocinar.
Primero fue la de Marcos; luego la de Romina. Finalmente, ninguna de las hornallas andaba, o al menos ni participantes, ni jurados ni la conductora sabían cómo encenderlas.
Finalmente, los participantes y los presentes tuvieron que ir hasta la casa y usar la cocina de todos los días para terminar sus platos.
Según explicó luego Santiago del Moro, los anafes son de última generación y fueron los protagonistas quienes no lograron hacerlos funcionar.