Argentina fue el cuarto país con la inflación más alta del mundo en 2022

Con el 94,8% informado por el Indec, fue superada por el 305% del país gobernado por Maduro, el 244% de la nación africana y el 142% de la de Medio Oriente; su posición en América latina y cuánto subieron los precios en los países en guerra.

La Argentina registró en 2022 la cuarta inflación más alta del mundo después de Venezuela, Zimbabue y El Líbano.

Con la confirmación del dato de diciembre del índice de precios al consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que arrojó una suba del 5,1% en el mes y del 94,8% en el año, se confirmó que el país ocupó un lugar tristemente privilegiado entre los países con mayor incremento de precios.

El primer puesto, cómodo, lo ocupó Venezuela con 305%, según la medición independiente del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), que advirtió que, por el ritmo de aceleración de la devaluación del bolívar, la economía podría recaer en otro proceso hiperinflacionario. Por su parte, el Banco Central del gobierno de Nicolás Maduro todavía no publicó la inflación de los últimos dos meses del 2022.

En segundo término quedó Zimbabue con 244%, luego de dos años eclécticos: 558% en 2020 y 98% en 2021. Para este año, el FMI proyectó una suba del 203 por ciento para este país africano.

El tercer lugar le correspondió a El Líbano con un 142%, con el dato acumulado hasta noviembre; en los primeros 11 meses del año pasado, la inflación en ese país de Medio Oriente había acumulado el 189% y en noviembre el 3,7 por ciento. La economía colapsó en 2019 con un default y entre ese año y 2021 acumuló una recesión del 58%; para 2022 se proyectaba una caída del 5,4% según el Banco Mundial.

Por lo tanto, el cuarto puesto fue para la Argentina con el 94,8%, su mayor registro desde el inicio de la convertibilidad, frente al 33% calculado por el Gobierno a principios de año.

Luego se ubicó Turquía con el 64%, pese a que en 2021 había superado a la Argentina en ese lugar.

América latina y otros países

En América latina, Venezuela quedó primera, la Argentina segunda, Colombia tercera con 13,1%,cuarto Chile con 12,8%, quinto Perú con 8,4%, sexto Paraguay con 8,2%, séptimo Uruguay con 8,1%, octavo México con 7,8%, noveno Brasil con 5,7% y, al final, se ubicaron Bolivia y Ecuador con el 3,1 por ciento en 2022.

Entre los países más desarrollados, que se reúnen en el G-7, Italia registró un 11,6% en 2022, Alemania 8,7%, Estados Unidos 6,5% Francia 5,9% y Japón 4 por ciento, el más bajo del grupo pero el mayor para ese país en las últimas cuatro décadas. Dado que aún no se conocen los datos de diciembre, cabe señalar que hasta noviembre Gran Bretaña registró una inflación interanual del 10,7% y Canadá del 6,8 por ciento.

La zona del euro cerró con una inflación del 9,2% por la reducción en los precios de los combustibles luego de diez meses de la invasión rusa a Ucrania; en particular, los países del este europeo mostraron nuevamente las mayores subas, con Hungría con 22,5%, Estonia con el 17,6% y Bulgaria 16,9%, mientras que Bélgica registró 10,4%, Países Bajos 9,6%, España 5,8%, Dinamarca 8,7%, Noruega 5,9% y Suiza 2,8 por ciento, entre otros.

Los países con conflictos armados externos o internos exhibieron tasas de inflación menores a la Argentina: Siria, hundida en una tragedia humanitaria, mostró una inflación del 55%, Etiopia del 35%, Ucrania del 26% y Myanmar del 19 por ciento, entre otros.

En África, Nigeria llegó al 21% el año pasado, Ghana 16%, Uganda del 10%, Kenia del 9% y Marruecos del 8,4%, mientras que en Asia Pakistán llegó al 24% y, del otro lado, Corea registró un 3 por ciento.

El riesgo global de inflación

El informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial difundido esta semana indica que “el crecimiento mundial se está desacelerando marcadamente debido a la elevada inflación, el aumento de las tasas de interés, la reducción de las inversiones y las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania”.

“Dada la frágil situación económica, cualquier nuevo acontecimiento adverso —como una inflación más alta que la prevista, aumentos abruptos de las tasas de interés para contenerla, el resurgimiento de la pandemia de COVID‑19 o la intensificación de las tensiones geopolíticas— podría empujar a la economía mundial a la recesión. Sería la primera vez en más de 80 años que se producen dos recesiones mundiales en la misma década. Se prevé que la economía mundial crecerá un 1,7 % en 2023 y un 2,7 % en 2024″, indicó la entidad que preside David Malpass.

Para la Argentina, también marcó que tanto la elevada inflación como los controles de precios y de capitales constituyen un fuerte obstáculo para el crecimiento económico del país.