En una medida sorpresiva y polémica, el Banco Santa Cruz cerró su sucursal en esta ciudad, dejando sin empleo a tres trabajadores con décadas de experiencia. La decisión fue ejecutada sin aviso previo y en un contexto que el gremio calificó como «arbitrario e inhumano».
Jorge Uliarte, representante del gremio de Bancarios, explicó que fueron notificados telefónicamente de la situación cuando ya había un escribano en el lugar levantando actas y restringiendo el ingreso de trabajadores y representantes gremiales. «Nos encontramos con que no nos dejaron entrar, ni siquiera a la Secretaría de Trabajo, el organismo de control. Los empleados estuvieron prácticamente retenidos hasta que pudieron salir cerca de las seis de la tarde», señaló Uliarte.
El cierre de la sucursal tomó por sorpresa al personal. Alfonso Medina, uno de los trabajadores afectados, relató: «Estamos en un día normal de trabajo cuando, minutos antes del cierre, llegaron representantes de la casa matriz con un escribano y nos informaron que la sucursal cerraba y que estábamos despedidos. No hubo comunicación previa ni alternativas de traslado».
La situación generó gran tensión entre los trabajadores, quienes, a pesar del shock, colaboraron en la entrega de documentación y recursos del banco. «Incluso en esas circunstancias, fuimos más humanos que ellos. Entregamos el tesoro y toda la información necesaria para que continuaran operando, aunque ya no éramos empleados», agregó Medina, quien trabajó 19 años en la entidad.
Desde el gremio criticaron duramente la falta de sensibilidad del banco y la ausencia de alternativas para los trabajadores despedidos. «No hubo ninguna intención de dialogar o reubicar al personal, a pesar de que se sabía del cierre desde hace años. En otros casos similares, se permitió la participación del sindicato para buscar soluciones más humanitarias», afirmó Uliarte.
La sucursal, aunque cerrada al público, continúa funcionando a puertas cerradas con personal enviado desde la casa matriz. El sindicato, por su parte, ha declarado el estado de alerta y movilización general, exigiendo una solución para los trabajadores despedidos. «El banco actúa con total indiferencia hacia las personas que dedican años de su vida a esta empresa», concluyó Uliarte.
La situación continúa siendo tensa, mientras el gremio evalúa medidas legales y gremiales para enfrentar la decisión del Banco Santa Cruz, que insiste en que su procedimiento se ajuste a la normativa legal vigente.