El fiscal Martín Cárcamo se refirió al fatal desenlace ocurrido en una vivienda del barrio Jorge Newbery en la mañana del domingo, donde cuatro menores presenciaron el trágico hecho.
Un brutal hecho de violencia de género sacudió a Comodoro Rivadavia. Este domingo 15 de diciembre, en una vivienda del barrio Jorge Newbery, Luis Falcón pareja de Alejandra Poletti , de quién no convivía pero con quien tenía una hija en común de 10 meses. Tras una discusión que escaló violentamente, Falcón golpeó a Poletti hasta provocarle la muerte y luego se suicidó.
El crimen ocurrió frente a los cuatro hijos de Poletti, quienes se encontraban en la vivienda. Durante la agresión, los menores intentaron ayudar a su madre, pero también fueron atacados. Uno de ellos sufrió lesiones leves que ya fueron tratadas por el sistema de salud público.
El fiscal Martín Cárcamo , a cargo de la investigación, informó que el ataque comenzó tras una pelea de la pareja que despertó a los hijos de Poletti. Al intentar intervenir, los niños fueron agredidos. Poletti intentó protegerlos, pero Falcón la golpeó brutalmente con un objeto contundente que habría sido una barra de hierro o similar. Luego de cometer el femicidio, Falcón subió a la planta alta de la casa y se quitó la vida.
Los vecinos, alertados por los gritos, asistieron a los menores, quienes solicitaron ayuda tras el ataque.
Cárcamo señaló que no había denuncias previas por violencia entre la pareja en el sistema penal. Sin embargo, el entorno familiar había sido objeto de intervenciones judiciales, algunas relacionadas con Poletti y otras con situaciones anteriores de Falcón.
El fiscal explicó que la investigación tiene como objetivo esclarecer los detalles del hecho y garantizar la obtención de pruebas que permitan acceso a derechos para los menores, quienes podrían recibir asistencia estatal como víctimas indirectas de femicidio.
Actualmente, los menores que presenciaron el hecho se encuentran al cuidado de familiares directos en Comodoro Rivadavia. Dos hijas mayores de Poletti residen desde hace meses en la provincia de Santa Fe junto a sus abuelos paternos, con autorización judicial.
Este caso vuelve a poner en evidencia la urgencia de abordar la violencia de género en todas sus formas, y genera conmoción en la comunidad por el impacto en los niños y la falta de medidas preventivas previas al trágico desenlace.